El despertar

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Capítulo 1:
-Despertaba en una habitación oscura, sentía como aquella pesada oscuridad me forzaba hacia el suelo impidiendo que me levante, me costaba respirar…
-¿Que es este lugar? –el eco de mis palabras retumbaban en aquella vacía habitación, tomo fuerzas y logro ponerme de rodillas apoyando mis manos en el suelo, cada vez me faltaba más el aire, sentía una presencia cerca mío, no podía verla… pero sabía que estaba ahí
- Es hora… -una voz profunda entonaba esas palabras, no sabía a qué se refería
- ¿hora? –Mi voz era débil y quebradiza, logro levantar mi cabeza y a duras penas veo una figura levantando una gran guadaña, abría los ojos de par en par y veo como la guadaña va hacia mí-
AH!... otra vez… -mi corazón latía muy fuerte y estaba sudado en frio, mi respiración era entrecortada y recorría con mis ojos toda la habitación, estaba todo tranquilo y oscuro
- ¿qué me está pasando?... –pasaba mi mano por mi cara y veía mi reloj, eran las 6:00 am e iba tarde al colegio
- ¡no sonó la alarma! –me levantaba y vestía rápido para ir hacia el colegio, tomaba mi mochila y abría la puerta y la cerré para después empezar a correr al colegio
- dios… no puedo llegar tarde… no de nuevo –en el camino chocaba con Yuli, mi amiga… o más bien decir mi única amiga
- oh… lo siento Yuli… no te había visto… -me miro y me dirigió una leve sonrisa
- no pasa nada Demian… ¿tarde como siempre no? –Después de escuchar sus suaves palabras hacían que largue un suspiro de tranquilidad
- así es Yuli… tuve ese sueño de nuevo… -bajaba mi cabeza decaído
- vaya Dem… eres raro y te quiero así –largaba una pequeña risa y la miraba con una pequeña sonrisa- bueno… aquí estamos… -decía ella mirando toda la escuela y entrando
- Yuli…te veo en la tarde… -entraba a mi salón y me sentaba y veo al director entrar
-¡Chicos! –Su fuerte voz retumbaba en el salón- Hoy tendrán nueva profesora, ella es Regina Mills –una esbelta y bella mujer entraba al curso, se notaba en su andar cierto aire de soberanía, sin contar el ruido de sus tacones
-Alumnos –ya no era mi imaginación, tenía un tono crédulo- seré su profesora por el resto del año –el resto de los alumnos parecía no importarles que bajo esa bella fachada de mujer, había algo horrible- Se dirigirán a mi como profesora Mills, ¿entendido? –dejaba caer su estuche al escuchar ciertos murmullos de algún que otro alumno distraído-
Vaya… esta profesora esta buena ¿no? –Me susurraba el alumno en frente mío, yo estaba centrando mi atención a mi carpeta-
-EH! –Levantaba mi cabeza- no lo sé… -veía a la profesora algo anonadado, no era por su belleza, ni por su tono, sino porque me miraba fijo, podía ver como algo… casi invisible estaba tras de ella poniendo una mano en su hombro, ella tenía su mirada fija en mí, y parecía tener una sonrisa macabra oculta tras su rostro en el cual se denotaba la seriedad-
-¿Pasa algo alumno? –decía de forma burlona-
-N-no profesora… -abría mis ojos de par en par, al fin había descubierto que era aquella figura… era la figura de mi sueño… ¿acaso ella era? No…. No podría ser…-
-Entonces quita esa mirada estúpida y presta atención a la clase –decía cruzándose de brazos y ladeando su cabeza hacia un costado casi como obligándome-
-mmh… -de mi boca no salía una palabra… esa mujer creída sabía que tenía el control, y de seguro usaría todo lo que digiera en mi contra, eso era jugar sucio, pero no importaba-
-Así me gusta –mostraba una sonrisa soberbia y se daba vuelta caminando al pizarrón, movía un poco sus caderas al caminar en un movimiento casi hipnótico, su caminar atraía la mirada de varios alumnos, parece que la profesora lo sabía-
-ahora, quien me podría ir a buscar la libreta –recargaba sus brazos en el escritorio haciendo una voz débil-
-Que zorra… -pensaba mientras algunos alumnos se paraban rápidamente para ofrecerse, parecían animales hambrientos… y Regina parecía su alimento-
-Parece que quieres ir tu –me miraba con una sonrisa burlona para después pararse y cruzar sus brazos-
Ash… -me levantaba de mi asiento para empezar a ir hacia la dirección y pedir la libreta- que mujer más insoportable… quien se cree? –llegaba a la dirección y el director me entregaba aquella libreta de tapa roja-
¿Qué le parece la nueva profesora? –decía mirándome directamente a los ojos, pareciera que me obligara a decir que si-
Emm... supongo que… bien –decía intentando forzar una sonrisa y retirarme de ahí, al llegar el salón la profesora tenía una expresión seria-
-Te pondré tarde, esta no es hora de llegar –era obvio que detrás de esa expresión, ella se sentía muy poderosa-
-Pero… usted me dijo que vaya –sus palabras me interrumpían-
-nada de peros, dame eso –sacaba la libreta de mis manos y la tiraba sobre su escritorio- ahora a sentarte –se sentaba en su escritorio y revisaba la libreta-
Que… molestia… -me sentaba en mi pupitre y prestaba atención a la clase que daba, no era mala profesora, si no fuera porque es una verdadera zorra seria de mis preferidas-
-La clase termino, se pueden ir –decía empezando a guardar sus cosas dentro de su bolso-
- Por fin… -largaba un suspiro y salía, estaba Yuli ahí afuera- ¡EH! Yuli, que haces aquí? –estaba muy intrigado, ya que ella salía de clases después de mi-
-El profesor falto y bueno… te espere –decía de manera ingenua pero alegre-
-Yo… lo siento Yuli… debo ir a mi casa –me iba de ahí, mi casa no estaba lejos-
-Este chico… -pasaba su mano por la cara- es raro –Yuli se iba y yo llegaba a mi casa-
-Mañana es sábado… ese sueño… -tomaba mi frente y mi respiración se agitaba un poco, era casi imperceptible el cambio- la profesora… esa figura… -iba a mi cama y me recostaba cerrando los ojos-

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