Capitulo 1

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- ____ ¿Piensas irte sola? ¿Con todas esas personas peligrosas a estas altas horas de la noche?

-Abby, no seas exagerada, ¿Qué es lo peor que podría pasarme?

- No lo sé, tal vez... ¿Que te violen? ¿Que tus últimos pensamientos de vida sean "OH DIOS, TUVE QUE DARLE LA RAZÓN A LA MARAVILLOSA ABBY THATCHER" ? Además, dicen que Styles ha vuelto.

-¿Haz visto lo que que se ah dicho de el ultimamente?, según algunos está metido en causas policiales...- Le dí una ligera repasada a las mesas del lugar, esperando no ver a nadie- El de la mesa seis está para rato ¿verdad?-

-Esta hace una hora el desgraciado -dijo Abby desviando el tema y soltando unas risitas-. Dile que se vaya, tenemos que cerrar. ¡QUE ME QUIERO IR A CASA! -Dice mientras entra en la cocina.

Tomé mi móvil deslizando levemente mi dedo para desbloquear la pantalla mientras esta poco a poco iba iluminándose para así permitir ver los grandes números que estaban adornados en el medio de esta, sí, era muy tarde por lo tanto yo tendría que ir a atender al cliente.
Estaban sucediendo cosas un tanto extrañas en Holmes Chapel. Hace poco hubo una fuga en la prisión de Riskon, que esta a 150 kilómetros de aquí. Mi compañera de trabajo, Abby, estuvo un tanto preocupada por todo el mundo. Y créanme, no es nada bonito que tu compañera de trabajo te este dando charla todo el día sobre "como cuidarse en una situación de riesgo".

Me acerqué hacia el fondo del lugar en busca de la mesa a la que tendría que atender. Riéndome por la forma en la que Abby me obligo a venir y un poco nerviosa por la reacción del cliente al saber que debería abandonar el lugar sin siquiera haber terminado su sopa de cebolla.
Sabía que luego tendría unos grandes problemas con mi jefe pero no podíamos esperar más con mi Rubia amiga, por un lado sabía que ella era muy extremista pero entendía su preocupación y lo que decía era totalmente cierto: No andaban muy bien las cosas hoy en día.

-Lo lamento señor, pero estamos por cerrar y tengo que pedirle que se vaya.-Me encontré mirando atentamente mi bloc de hojas que tenía entre mis manos pero al subir la mirada pude divisar a una cabellera marrón que hizo que me mis nervios nervios aumentaran a mil. Él me observaba con cautela desde detrás de la servilleta con la que se limpiaba su carnosa boca, roja por lo caliente que estaba la sopa.

- Creo señorita, que yo decido cuando irme de aquí. -Dijo dándome una descarada mirada desde la punta de mis pies hasta hasta el comienzo de mi cabellera. Al decir esas palabras pude sentir como se me erizaban cada una de las células de mi cuerpo, pude notar como me observaba detenidamente esperando que yo le de una respuesta a su afirmación, pero simplemente me había dejado totalmente muda. - Además -continuó-, creo que te va a ir un poco mal si me echas de aquí. -comentó con una sonrisa estampada en su cara.
Estaba teniendo una leve discusión entre mi y mi mente ya que me debatía internamente si echarlo o no del lugar, sí, se veía un tanto fuera de lugar de nuestra parte hacer eso y seguramente luego lo pagaríamos con una gran pérdida de clientela, pero no podría poner en juego mi propia seguridad.

- Lo siento, señor -dije tratando de mostrarme lo más normal posible-. Pero ya se hizo hora de cerrar y de verdad estamos muy cansadas.

Él se mantuvo unos minutos en silencio. Solamente mirándome. Penetrándome con su mirada. Luego de varios minutos (que para mí fueron una eternidad) dijo:

- Esta bien, disculpe las molestias. ¿Podrías traerme la cuenta?

Me dirigí sin decir ni una palabra hacia el mostrador prácticamente tropezándome con mis propias pisadas, no podía creer el efecto que ese extraño provocaba en mí sin siquiera haber dicho más de dos palabras. Caminé con cautela hacia la caja registradora tratando de pensar en lo que exactamente ese cliente había consumido pero mi mente estaba completamente en blanco.

- Dame la cuenta de la mesa seis. -Dije casi con un hilo de voz, estaba alterada, quería que se fuera. Quería que Styles se fuera de una vez por todas.

- _____ ¿Estas bien? -Me preguntó Abby mientras me daba la cuenta.

- Solamente dame la maldita cuenta. -Estoy un poco alterada, sí. Pero era debido a los nervios que sentía.

-Repito ______ ¿Te encuentras bien?, estás totalmente pálida -Dijo Abby acercando su mano a mi frente para tratar de ver si tenía fiebre.

-Cálmate, estoy bien, solo dame lo que necesito, tengo prisa.

Abby me dirigió una última mirada antes de darme la cuenta y murmurar un "Hoy te llevo yo".
Fui hacia la mesa seis. La maldita mesa seis. Sentía como en cualquier momento vomitaría por los nervios. Pero pude llegar viva. Aún. Deje la cuenta a su lado dedicándole una sonrisa incomoda y retirándome lo más rápido posible.

-¿Qué está haciendo señorita?- Pude oir como Styles pronunciaba el 'señorita'.

-Pu-pues, retirándome, creo que ya hice todo lo que tenía que hacer-Dije tomando una bocanada de aire en cada palabra que soltaba

-No, usted no se va de aquí hasta mínimo saber su nombre-

-No tiene derecho a saberlo- Dije empezando a retirarme de una vez por todas de ese lugar -Como digas _____- Y lo único que escuché fueron unas leves risas de su parte.

- ¿Có-cómo sabe mi nombre?- Podía sentir como cada vez el aire se iba disminuyendo de mi cuerpo...

-Podría decirse que tengo mis "contactos"- Dijo guiñándome un ojo de la forma más perversa que alguien se pudiera haber imaginado.
Al darme vuelta para replicar, él había desaparecido. Ni un rastro de él. Solamente el tazón de sopa medio vacío.

-_______ ¡Vamonos de este basurero! -Oí gritar a Abby. Ella pasó al lado mío y abrió la puerta del local, la mantuvo abierta haciéndome una señal para que vaya con ella, aunque yo no respondía, tratando de asimilar todo lo que había pasado. - Joder _____, Vamos, que me muero de frío.

-Eh sí, vamos.

Al salir, esperé a que Abby cierre y por un momento, juraría sentir una mirada sobre mí.

Mi Acosador. [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora