1.EL flautin de Clarin

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Esta historia comienza en El Casar Town, donde hay bellos prados y descampados y calles desiertas. Donde bravucones conejos corrían libremente a no ser que el pequeño Zar  les partiera en dos. En una de esas calles Claris Clara, una chica de 17 años que se pasaba el día tocando la flauta y los huevos. Ella pensaba mucho en su futuro, pensaba en como ganarse la vida de psicóloga y mantener una familia además de su pelazo, lamentarse por no ir a japans y lo más importante mantener su flauta limpia de babas ajenas. Si, ella era mixofobica.
Era un viernes por la tarde y Claris Clara había quedado con sus amigas, María, Aida, Mía, Sandra y Vanessa. En ese pueblo de mierda no había mucho que hacer y fueron otra vez al carrefour, no está todo decidido había dos posibilidades, hacer el ritual (comer pringles de dos sabores a la vez) o ir a los dos árboles para ver si había algún que otro palomo muerto, eso a Claris Clara le asustaba porque era medio bruja (abuela Arce como la llamaban sus amigas), desde pequeña su abuela la había traumatizado con el tema de la ouija, las cartas y la brujería por eso no le hacia gracia ir a los dos arboles, lugar donde ella pensaba que se hacían rituales satánicos. Andaban hacia los arboles con los botes de pringles en las manos, Claris Clara cada vez se ponía mas nerviosa a medida que se acercaban  a los dos majestuosos arboles al fondo de la colina. Esta vez no se encontraron nada como la ultima y traumatizante vez, Aida la mas guapa y brillante de todas les había robado los dos botes de patatas para comérselos sola pero Vanessa la empezó a amenazar y a perseguir por todo el campo. 

-¿Que hacemos ahora?- dijo Mia impaciente por sentarse en algún sitio que no sea el suelo, todas giraron la cabeza hacia Aida quien ya sabia que eso significa llama a tu madre y vamos a tu casa a cogerte comida.  Al llegar a casa de Aida, Claris Clara fue directa a por las galletas y a cogerse el mejor sitio para tocar el piano que la madre de Aida se había cansado de escuchar, Vanessa se subía al cuarto de arriba a hacerse historias en el instagram con la habitación de Aida, Mia se había acomodado en el sofá con Sandra y Maria a las que les había convencido de robar las ultimas ensaimadas y tirárselas a Claris Clara mientras tocaba el piano y los cojones.

Mi amiga tiene polla. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora