- Pues... - Trago saliva- No, no hay nadie en especial que me espere en ningún lugar, y sí, supongo que si se tercia esta noche también saldremos a ligar un poco, aunque no es la idea principal - Respondo mientras le sonrío.
- Vaya, no sabía que todavía quedaban chicas preciosas libres...
Mi pulso se agita ante sus palabras y ante las posibles interpretaciones de tan inocente cumplido.
- Gracias, eres muy amable.
Le digo mientras doy un gran sorbo a mi cerveza, me viene genial que este así de fresquita, ya que calmara mi pulso acelerado...
- Y dime ¿Cómo es que ningún chico ha conseguido atarte aun? - Pregunta curioso mientras sus ojos me escudriñan.
- Supongo que es porque no busco un chico con el que atarme.
- Entiendo... ¿Y qué buscas entonces?
Mi cuerpo se agita por dentro, siento como la sangre se me sube a la cabeza y casi puedo oír el latir del corazón en mi pecho, trago saliva mientras pienso mi respuesta.
- Diversión, simple y sana diversión ¿Para qué más? Tengo todavía una vida por delante para complicarme con alguien, así que mientras que decido si quiero o no complicármela simplemente me divierto.
Sonrió alzando mi ceja derecha para que capte mi indirecta ¿Por qué no tirarle los trastos? Está tremendo y es la verdad, además me encantaría divertirme un buen rato con él.
Observo como lentamente le da un buche a su cerveza, mira distraído la tele, se vuelve y clava su mirada en mí, se humedece los labios y me sonríe con un brillo malicioso en la mirada... - Me encanta ese brillo - Vuelvo a sonreírle mientras le miro lascivamente.
- Entonces Rebeca, dime, que tiene que hacer un chico como yo para meter su polla en esa boca tuya tan carnosa...
Escupo un poco de cerveza mientras me atraganto con sus palabras - ¿De verdad acaba de decirme eso? ¿Estoy flipando? ¿Alucinando? - Mi cabeza va a mil por hora, pero lo único que sé con certeza es que sus palabras me han encendido, han hecho que mi cuerpo se estremezca y se caliente casi en un segundo... Agacho la cabeza y me quedo mirando la mesita que tengo frente a mí... - ¿Y ahora que le digo? ¿Cómo respondo a semejante pregunta? - Siento su mirada clavarse en mí, mi respiración se entrecorta, mi pulso se acelera... - ¿Y por qué no seguirle el juego? - Me pregunto a mi misma, hace solo unos minutos le he dicho que solo quiero divertirme - ¿Y por qué no? - Me humedezco un poco los labios preparando mi descarada respuesta...
- Solo lo tienen que pedir por favor...
