He dejado de ir al psicólogo. Me encuentro mejor. Ya no me pongo tu chaqueta para inspirar tu perfume cuando me encuentro sola, ya no lloro todas las noches. Ahora pienso en ti como un breve libro que leeré mil veces, como un bonito recuerdo que llevaré en mi siempre. Supongo que a eso tenía miedo, a olvidarte. Pero no lo haré, te lo prometo.