Estaba en el recreo con aquel chico que me atraía tanto, Louis, bueno, realmente me gustaba pero no lo quería reconocer ya que me pondría aún más nervioso cuando me hablase en clase, sí, se sienta a mi lado, clase tras clase. No había nadie más, solo él y yo, ya que la mayoría de personas estaba en la cafetería o en la biblioteca; igualmente, estaba más cómodo con él a solas que con más gente y con más gente me refiero a mi mejor amigo, Niall. Él quería que fuéramos novios ya que, según él, pegamos y seríamos la pareja perfecta. Louis era abiertamente bisexual, y además, Niall sabía que yo también lo era, y eso hizo que el pobre chico se muriera de amor cada vez que habláramos –algo estúpido, pero sí-; verdaderamente no es para nada agradable estar hablando con Louis y que haya alguien detrás diciendo cada dos por tres ¡Larry!, alargando las vocales con una sonrisa de ¡besaros ya!
-Me parece que nos hemos quedados solos, ¡eh! –Dijo rompiendo el hielo.
-Sí –reí un poco falsamente.
-Oye –hizo una pequeña pausa, era totalmente adorable -me tienes que aceptar en instagram.
-Pero si te he aceptado –protesté cuando realmente no sabía con certeza si le había aceptado o no.
-No, ¡eh! –Amaba cuando decía ese ¡eh!
-¡Qué sí, joder! –parecía molesto, pero me estaba muriendo de amor por dentro.
-Bueno, pues cuando entre a instagram le daré me gusta a todas tus fotos –sonrió y yo volví a morir.
-Dios, que acosador.
-Es que soy adicto al instagram y le doy doble clic a todo.
-Ahh, -me estaba odiando en este momento por no saber responder correctamente, malditos nervios –que guay, ¿no?
-Sí, es tipo, me gusta tu mochila –toca dos veces a mi mochila como si fuera una foto de instagram-, me gusta el aire –toca la nada dos veces.
-Me gusta tu chaqueta –imitándole, toque su chaqueta dos veces.
-Me gusta tu pelo –hizo la misma acción que todas las anteriores.
-Me gusta el color de tu piel –cuando toque su piel, sentí una electricidad por todo mi cuerpo.
-Me gustan tus hoyuelos –sonreí por todos los cumplidos, y él me los pudo tocar.
-Me gustan tus gafas hipsters –tenía las mismas gafas que yo, pero a él le quedaba mil veces mejor que a mí.
-Me gustan tus ojos –iba a tocarlos pero paró –emm… Hazza, no te quiero dejar ciego y tal –reímos los dos y continué con el juego.
-Me gustan tus pequeñas y delicadas manos –volví a tocar el cielo.
-Me gustan tus labios –tocó mis labios y todas mis mariposas se revolucionaron.
-Me gusta que te gusten mis labios –toque dos veces mis labios.
-Me gustaría besar tus labios –se acercó poco a poco, pero le paré.
-Lou…
-¡Ah! Entiendo, no pasa nada –rió falsamente.
-Aquí nos puede ver todo el mundo, vámonos al baño –le susurré y una gran sonrisa apareció en su cara.
Fuimos al baño como si fuéramos a hacer nuestras necesidades no a besarnos. No había nadie en este, así que nos metimos a uno de los baños. Louis fue el ultimo en entrar, cerró la puerta y puso el cerrojo. Sonreímos, le quité las gafas, luego me las quite a mí y las deje encima de váter –no quería que chocaran en nuestro primer beso juntos-. Poco a poco, nos fuimos acercando y de un momento a otro, nuestros labios ya estaban unidos; él empezó a mover los labios y yo le imité, pocos segundos después nuestras lenguas iban a un perfecto compás. Beso por aquí, caricia por allá, así estuvimos hasta la maldita campana sonó.
-Te quiero –le susurré y la campana seguía sonando.
-Yo también te quie-
-¡HARRY, despierta! –Me dijo Niall y ahí es cuando comprendí que todo lo que había pasado era más que un sueño que había tenido en la aburrida clase de biología.
