NUEVO TRABAJO

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Me cambie de blusa por tercera vez, miraba mi reflejo en el espejo de todos los lados posible ¡Esta me quedaba perfecta! Armaba bien a mi cuerpo y por supuesto el color azul es mi favorito. Escuche un grito proveniente del primer piso, puse los ojos en blanco. Esto era algo cotidiano en mi vida, claro, cuando tienes tres hermanos pequeños estas acostumbrada al alboroto.

-¡Madison, necesito que me ayudes con esto! – grita mi madre desde las escaleras.

Ella era mi persona favorita. Una madre entregada a su hogar, trabajando arduamente desde que mi padre nos abandonó cuando dio a luz a Josh. Tenía dos empleos y ahora que los chicos estaban listos para entrar a una guardería, decidí buscar empleo para ayudar en los gastos de la casa. Mi madre trató de convencerme, incluso amenazándome con castigarme, pero si algo herede de ella fue su terquedad.

Me retoque el labial por última vez y baje apresurada las escaleras. Antes de llegar al último escalón una bastida de niños pasó justo delante de mí haciendo que casi pierda el equilibrio. Los gemelos Logan y Chase corrían llevando sus espadas de plástico mientras que atrás Josh los perseguía mostrando sus garras de mentiras.

Ni si quiera me vieron.

Josh tiene apenas cinco años mientras que Logan y Chase tienen siete. Así que casi de la misma edad se la pasan jugando todo el día. Pareciera que tuvieran pilas energizer o algo así.

Cuidarlos significa: terminar hecho polvo en la noche.

Me encuentro con mamá en la cocina. Ella lleva su ropa del trabajo de los lunes, martes y jueves. Trabaja en un restaurante hasta las seis de la tarde. Y el resto de los días en unas oficinas de atención al cliente. Me sonríe mientras se coloca su pendiente.

-Estoy llegando tarde, el carro de la guardería llegará en cualquier momento. Por lo menos tu padre está haciendo algo bueno al ayudarnos. Bebe necesito que te quedes hasta que vengan por ellos y luego podrás salir. Te deje dinero para que almuerces algo fuera, los niños estarán aquí a eso de las tres de la tarde así que trata de regresar temprano- mi mamá hablaba a la velocidad de la luz.

Me limitaba asentir con la cabeza rápidamente.

-Te quiero Madison y buena suerte encontrando empleo – paso por mi lado besando mi mejilla rápidamente -¡Adiós niños!

Tres cabezas se asomaron en la entrada.

-¡Adiós mami! – gritaron al mismo tiempo.

Solté un suspiro y me dirigí a la nevera por algo de jugo de naranja. No le quite los ojos de encima a los niños, sabía que se pondrían hacer travesuras en cuanto mamá se haya ido.

-¿Madi podemos comer helado? – Logan se abrazó a mis piernas y me lanzo su típica mirada de gatito triste. Sus ojos verdes son tan hermosos que convencerían a cualquiera. Pero a mí no.

-Sabes que no puedes comer helado, tienes gripe.

-¡Yo no tengo gripe! – se señaló Chase así mismo.

-¡Yo tampoco! – Josh llego saltando.

Y de repente tenía tres niños agarrados a mis piernas suplicándome por helado.

Para mi suerte tocaron el claxon y esa fue la señal de que habían llegado por ellos.

-¿Tienen sus cosas listas? – me apresuré abrir la puerta y hacerle una señal al chofer para que esperara. Una mujer se bajó de la furgoneta y rápidamente alcancé a ver a unos niños en el carro.

ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora