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Caminamos hasta que al fin nos ubicamos (n/a: Eso rima (: ) y fuimos hasta la boletería.

- Disculpe, ¿Me dice usted cuando sale el próximo micro hacia Nueva York?

- Pues están de suerte, sale  en cinco minutos

- Queremos dos boletos- Nos pidieron los pasaportes y datos, luego le pagamos y nos fuimos hacia donde saldría el micro.

- Bueno, al menos hemos encontrado un micro

- Pues sí ¡Mira! Ya podemos subir - Así que subimos, nuestros bolsos los tenían Thalia y los otros dos mamarrachos, asi que no cargabamos con nada más que nuestras mochilas y lo que compramos.

Pasaban 1, 2, 3,8 horas, hasta que al fin llegamos a la parada final. Bajamos, buscamos la salida y tomamos un taxi hasta el colegio. Y llegamos. 

Era enorme, una fachada color blanco con una enorme bandera sobre el techo. No había nadie. Pero apenas bajamos del taxi, vino corriendo una mujer con ruidosos tacones.

- Buenas tardes, mi nombre es Monnie, bienvenidos a Wood Scholl, siganme.

Annabeth, eres genialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora