Ese momento en el que nada más importa.
En el que cada vez que llega un mensaje deseas que sea el.
Ese momento que no sabes si fue tu culpa o no.
Ese momento en el que le escribes pero nada.
Ese momento donde tus lágrimas quieren salir.
Ese momento donde lo único que quieres es un abrazo de él.
Ese momento donde todo y nada sucede.
Ese momento que no ha pasado, pero tu mente ya lo a creado un millón de veces.