¿Y si nunca despierto? (En pausa)

No puede ser real

— Mamá! Hoy es ultimo día de clases! Al fin podré salir de ese infierno!— gritaba una eufórica Anthoniela.

— Antho! Por Dios! Cuantas veces te diré que no uses ese lenguaje, jovencita!— gritaba su madre desde la cocina.

—Oops, disculpa mamá!— decía Antho riendo.

— En vez de disculparte deberías ya de irte, se te hará tarde, muchacha!—.

—jajaja! Esta bien, ya me voy! Que rayos.... Me andas votando de mi propia casa?— puse cara de perro mojado.

—primero... Esta casa no la pagas tú y segundo... Ya lárgate!— gritaba mi madre con una tostada en la boca.

— si, si, ya!—me despedí y me fui caminando ya que el autobús me había dejado con como todos los días. Ya debería yo aprender a salir más temprano.

Es que acaso nadie me nota o que? Ah cierto.

En el camino me encuentro a mi querida amiga Brenda, si... Trato de esconderme de ella para no escuchar sus chillidos, parece rata chillando, es mi mejor amiga pero ya se lo he dicho, odio su voz, además habla demasiado.

Para mi que Brenda seguro se comió algún plástico cuando pequeña porque no es normal que hable tan chillón.

—¡Antho!— gritaba mi amiga desde el otro lado de la calle, moviendo sus manos hasta formar un ademán.

Oh mierda, me ha visto!– digo en mis pensamientos.
—Bren!—hice lo mismo.

Brenda corre hacia mi y queda enganchada a mi espalda.

— Mierda Bren, bájate, pesas mucho que rayos comes al desayunar, por Dios!—le dije yo bajándole.

—que crees? Tres empanadas, dos vasos de jugo y de compaña dos panes... Solo eso—me dice encogiéndose de hombros.

—¿Solo eso? vas a terminar como una vaca, ya veras...— pongo cara de incredulidad.

—no creo... Tengo hambre— me dice con puchero.

—joder Brenda pero si comiste como un puto Mamut!—le digo y me voy corriendo.

—espérame desgraciada!—.

—no zorra!—acelero.

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—te odio desgraciada, me dejaste votada!—me dijo Brenda sofocada.

—perdón—dije poniendo cara de póker.

Él casillero de Bren queda justo al lado del mio, abro mi casillero, tomo mi libro de matemáticas y mis plumones... Cerré el locker y vi que el de Brenda le habían dibujado un gran pene.

—mejor no le diré nada a Bren— pensé y me reí, ¿Qué tipo de amiga soy?

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La hora de matemática pasa volando y me voy al receso con Bren, ahí veo a Will mi mejor amigo nos sentamos los tres a comer, Bren trajo un plato... Digo un envase grande de arroz con leche y un refresco. Will traía dos empanadas y dos jugos, ¿Mierda como se comen todo eso? y yo pues traje un envase de ensaladas.

—Mierda Antho, no puedes hablar de nosotros si comes el doble!—dijeron los dos al unísono al tal punto que me dio miedo con la sincronización con la cual la dijeron.

Me encogí de hombros y termine de comer ese manjar.

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Tocaron el timbre de salida parecía una carrera de caballos, todos se empujaban para salir de ese infierno, perdón.... Colegio.

Bren y yo nos fuimos caminando y escuchando música y ella en chat.
Cruce la calle, no había notado que un auto venia muy rápido.

—¡Antho!— escuche a mi amiga gritar pero era muy tarde, todas las luces se me habían apagado, todas las luces se me habían apagado, no sentía nada todo era paz, una paz que me comenzaba a gustar mas de lo normal.

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¡Hola babies! He estado anotando algunas cosillas, apenas comencé a reescribirla.