= Capítulo 2 =

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Yo ya me quería ir del lugar, correr a mi habitación, y fingir que no había  nadie en la casa.

--¡Allison! ¡Cuánto tiempo!-- Me dice la madre acercándose a mi dejando un beso en mi mejilla, que por cierto, no es tan mala.

-- ¿Cómo anda? -- Lo digo fingiendo emoción.-

-- ¡Muy bien! Mi hijo por suerte le va muy bien en el colegio, ¿Lo recuerdas? -- Sí, cómo no. Era el chico más mujeriego de mi clase, a mi me caía muy mal, me cae mal, siempre me caerá mal.

-- Hola Alli -- Dijo mirándome sonriente, ja, finge ser bueno, ¿Acaso piensa que soy tan idiota como para creerle?.

-- Hija, ¿Podrías traer algo para tomar? -Dijo mi madre posando su mano en mi hombro.

--Claro, ¿Qué traigo? -Dije contenta de poder salir de ese aire incómodo durante unos segundos.

-- No sé, ¿les parece bien algún té o algo?

-- Sí, no hay problema. -- responde el padre de él con su voz ronca.

Yo, aunque no se dieran cuenta, prepare 3 tazas de té. ¿Por qué 3 si son 4? Porque sé que a él no le gusta el té, y tiene cara de que quiere café. Lo conozco como si lo hubiera parido.

--Aquí los traigo...

--Hija, yo te pedi té mi amor. --

-- Sí, lo sé. Pero a Chris no le gusta el té.

-- Te acordaste... -- me dice con esa sonrisa que cautiva a cualquier chica menos a mí.

--Sí, ¿está rico?

--Sí, como siempre. Todos los cafés que me has hecho, salen riquísimos. -- siento una algo caliente en mis mejillas.

--Bueno, gracias.-- le sonrío, sintiéndome algo nerviosa.

Mis padres y los suyos pasaron la tarde hablando, hubieron veces en las que me aburría  y me ponía a ver la televisión o a escabullirme  así podría leer algún libro.
Llegó el momento que ya se iban, me fui corriendo a mi habitación a vestirme e irme a dormir.
No me pondré el buzo, ya que me voy a dormir en cualquier momento. Así que creo que el pijama sería lo mejor...

-- Qué bonito conjunto...

--¿Eh? ¿Christopher qué haces aquí? -- ¿Acaso piensa que puede entrar a mi habitación  cuando se le plazca?

-- ¿Acaso no recuerdas que por poco compartimos balcón?

Es verdad, mi balcón y el suyo están muy cerca. Puedes pasar fácilmente derriba de ellos sin miedo a caerte.

-- Se me olvidaba...

-- Hey, ¿te puedo ser sincero sin que te enfades conmigo?

--Depende...

-- Eres muy bonita, y lo digo de verdad.

--¿Acaso piensas que soy una de esas chicas fáciles que caen por un chico como tú? Estás equivocado. Yo no caigo en esas tonterías, ni siquiera me creo bonita.

-- Entonces, cada vez que venga te diré un cumplido. Y tú no podrás decirme nada porque no pararé.

--¿Por qué gastar saliva en alguien como yo?

--Porque quiero que sepas cuánto me gustas y lo hermosa que eres.

--P-para.

-- risas Qué tierna.

Este chico me pone de los pelos, ayuda.

× ¿Por Qué Tú? ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora