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Yo ya me quería ir del lugar, correr a mi habitación, y fingir que no había nadie en la casa.
--¡Allison! ¡Cuánto tiempo!-- Me dice la madre acercándose a mi dejando un beso en mi mejilla, que por cierto, no es tan mala.
-- ¿Cómo anda? -- Lo digo fingiendo emoción.-
-- ¡Muy bien! Mi hijo por suerte le va muy bien en el colegio, ¿Lo recuerdas? -- Sí, cómo no. Era el chico más mujeriego de mi clase, a mi me caía muy mal, me cae mal, siempre me caerá mal.
-- Hola Alli -- Dijo mirándome sonriente, ja, finge ser bueno, ¿Acaso piensa que soy tan idiota como para creerle?.
-- Hija, ¿Podrías traer algo para tomar? -Dijo mi madre posando su mano en mi hombro.
--Claro, ¿Qué traigo? -Dije contenta de poder salir de ese aire incómodo durante unos segundos.
-- No sé, ¿les parece bien algún té o algo?
-- Sí, no hay problema. -- responde el padre de él con su voz ronca.
Yo, aunque no se dieran cuenta, prepare 3 tazas de té. ¿Por qué 3 si son 4? Porque sé que a él no le gusta el té, y tiene cara de que quiere café. Lo conozco como si lo hubiera parido.
--Aquí los traigo...
--Hija, yo te pedi té mi amor. --
-- Sí, lo sé. Pero a Chris no le gusta el té.
-- Te acordaste... -- me dice con esa sonrisa que cautiva a cualquier chica menos a mí.
--Sí, ¿está rico?
--Sí, como siempre. Todos los cafés que me has hecho, salen riquísimos. -- siento una algo caliente en mis mejillas.
--Bueno, gracias.-- le sonrío, sintiéndome algo nerviosa.
Mis padres y los suyos pasaron la tarde hablando, hubieron veces en las que me aburría y me ponía a ver la televisión o a escabullirme así podría leer algún libro.
Llegó el momento que ya se iban, me fui corriendo a mi habitación a vestirme e irme a dormir.
No me pondré el buzo, ya que me voy a dormir en cualquier momento. Así que creo que el pijama sería lo mejor...-- Qué bonito conjunto...
--¿Eh? ¿Christopher qué haces aquí? -- ¿Acaso piensa que puede entrar a mi habitación cuando se le plazca?
-- ¿Acaso no recuerdas que por poco compartimos balcón?
Es verdad, mi balcón y el suyo están muy cerca. Puedes pasar fácilmente derriba de ellos sin miedo a caerte.
-- Se me olvidaba...
-- Hey, ¿te puedo ser sincero sin que te enfades conmigo?
--Depende...
-- Eres muy bonita, y lo digo de verdad.
--¿Acaso piensas que soy una de esas chicas fáciles que caen por un chico como tú? Estás equivocado. Yo no caigo en esas tonterías, ni siquiera me creo bonita.
-- Entonces, cada vez que venga te diré un cumplido. Y tú no podrás decirme nada porque no pararé.
--¿Por qué gastar saliva en alguien como yo?
--Porque quiero que sepas cuánto me gustas y lo hermosa que eres.
--P-para.
-- risas Qué tierna.
Este chico me pone de los pelos, ayuda.