En un día normal de trabajó y después de un día pesado lleno de cirugías, consultas y limpiezas, justamente 10 minutos antes de cerrar el establecimiento, llego una mujer que era dueña de un perro labrador chocolate, el cual era un cachorro de casi 8 meses; llego llorando por que a su perro le había picado una araña que posiblemente era venenosa, el perro llego en pésimas condiciones, ya no respondía ante ningún estímulo.
El veneno ya había hecho efecto y no había nada que hacer; la propietaria se lamentaba tanto diciendo al mismo tiempo en que lloraba:
-Perdóname no debí dejarte tanto tiempo sólo en el jardín, perdóname, te quiero no me dejes!
Ella lloraba tanto, realmente amaba a ese cachorro de labrador, ella se culpaba de haberlo dejado en el jardín mientras se había ido al trabajo.
Yo no pude evitar no sentirme mal, fue una escena demasiado deprimente, fue de esas veces en las que hubieras deseado que hubieran llegado antes, para poder haber hecho algo por el cachorro y no ver esta trágica escena.
Como médicos veterinarios, muchas veces este tipo de situaciones son las que vivimos muy y las cuáles no podemos hacer nada en esos casos, accidentes de aunto, enfermedades, picaduras de insectos o de otros animales, mordidas, peleas, abondono, deshidratación, hemorragias en el quirófano, gestaciones que no se lograron y produjeron obstrucción que paso a una enorme infección, nos esforzamos por salvar esas vidas que con tanto anhelo no quieren dejar de existir.
El por eso nuestro estudio de 5 años o más, con especialidades de 3 años o maestrías de 4. Pero lo que más nos afecta es sentirnos impotentes ante situaciones en la que no pudimos hacer nada por el tiempo de llegada y no pudimos hacer lo posible.
Aún que aveces aplicamos la eutanasia en enfermedades en las que esta sufriendo el animal, ese ser vivo que con su comportamiento y su revisión médica, nos damos cuenta que ya no hay más que hacer, solamente hacer una cosa para que deje de sufrir; eso realmente nos hace sufrir, aún que aveces sea más que necesario aplicarla.
También somos humanos y sufrimos, aún que nos preparemos mucho tiempo para este acontecimiento, siempre duele como si fuera la primera vez que lo hacemos.
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Típicos pensamientos de un médico veterinario.
RandomCuando llegan a consulta pacientes peludos con sus respectivos dueños, tutores o encargados como quieran llamarles, es inevitable no pensar ciertas cosas contrarias a esta persona y su cuidado a su compañero peludo, por que ciertamente suelen ser to...