Cap 48

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En el comedor del Hotel, Castiel estaba discutiendo con Rosalya, con quien se encontró en la noche anterior mientras buscaba a Gema.

¿Estás loca?, sabes lo que Lysandro ha sufrido por tratar de olvidarla y ahí vas tú y la traes hasta Toronto, donde se supone que aprovecharíamos para distraer su mente lo más que se pudiera para tratar de sacársela de la cabeza- expreso molesto

Sé muy bien todo eso... Pero si en verdad ya no hay más que hacer este ciclo cerrarse definitivamente y de la manera correcta – bebió de su jugo

Tsk! en verdad que eres una cabezota – se cruzó de brazos

Sé que esto fue muy arriesgado, pero ahora se la verdad y con suerte esos dos se reconcilien – sonrió emocionada

¿De qué hablas? – la miro molesto

Gema solo ha estado protegiendo a Lysandro todo este tiempo – agacho la mirada, para luego fruncir el ceño y golpear la mesa – Debemos ayudarla!

Mientras Rosalya explicaba la situación a Castiel, Gema se siente más tranquila en los brazos de Lysandro, sentados en el suelo, abrazados sin decir nada.

Gema... quédate conmigo, no volvamos nunca, hagamos una nueva vida aquí solo tú y yo- levanto su mentón

Lysandro...- Gema ha sonreído y acerco sus labios a los de él, uniéndose en un tierno beso, hasta que el recuerdo de aquel trato la ha atacado, provocando que se separara exaltada – No... no puedo... Lysandro por favor... solo aléjate de mi

Se levantó y corrió hasta la puerta, donde el chico la ha detenido acorralándola entre sus brazos y la pared.

¿Por qué?, mírame a los ojos y dímelo – pidió Lysandro

Gema sin levantar la mirada de sus ojos brotan lágrimas de amargura.

Mírame a los ojos y dime que no quieres estar conmigo, dime que no me amas, dime que cuando nos besamos hace un momento no has sentido nada – levanto su mentón - ... dímelo

V-voy a casarme con Nathaniel! – lo miro a los ojos

Eso no quiere decir que no me ames – la miro fijamente a los ojos

Solo aléjate!!, no quiero que estés a mi lado nunca más! – lo empujo

Mientes! – la tomo de la muñeca dejando a Gema helada, Lysandro jamás la había tratado así – sé que ocultas algo, sé que el padre de Nathaniel está detrás de todo esto... pero no permitiré que ni con todo su dinero se salgan con la suya

Lysandro estaba determinado, miraba profundamente a Gema, quien sentía su corazón a punto de salirse de su pecho.

No seas tonto- se soltó de su agarre – no se puede hacer nada... por favor... solo se feliz

¿Qué no lo entiendes? – la tomo de los hombros – no hay felicidad alguna si no estás tú, tú eres mi felicidad

Suéltame ya por favor – comenzó a llorar

Bien, solo te diré una cosa- dijo mirándola fijamente a los ojos – no pienso rendirme, voy a recuperarte

Dicho esto la ha soltado, Gema se ha quedado ahí mirándolo a los ojos, sintiendo como si al dar un paso su corazón se desgarraría, como si se tratara de un vestido con un hilo suelto que es sujetado por otra persona y a cada paso este se va desgastando.

Gema ha salido de la habitación y se ha limpiado las lágrimas, camino a la suya y entro, se ha dado una ducha y se cambió para salir a buscar a Rosalya en su habitación, Emma abrió la puerta.

Difícil de QuererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora