Sowy Daddy.

Bienvenida.

El camino fue algo incómodo, nadie hablo, solo sentía su mano en mi pierna, crei que seria de esos Daddys que tenían a alguien que manejará por ellos pero no.

Después de casi 30 minutos de camino en silencio, empezamos a entrar a unas residencias muy lujosas, joder este tipo puede ser un lunático de trata de blancas y yo no me resistí a venir con el.

-Pequeña-Escuche que me llamaba
-Si?-Voltee a verlo-
-Llevo llamándote dos minutos, que pasa por esa pequeña cabeza tuya?-Me acaricio el cabello
-Mm el como vives en residencia como esta, vendes órganos?-La pregunta salio de mi boca antes de poder detenerla, demonios-
-Pequeña-soltó una carcajada-No vendo órganos, tranquila, que no te preocupe de donde sale el dinero, ese dinero te dará muchos regalos, vamos ya debemos bajar-

Salio del auto y lo rodeo para abrir mi puerta, cuando baje y empecé a caminar a la casa mis nervios aumentaban, desde ahora no sabia lo que me esperaba.

Entramos y al instante percibí un exquisito olor a comida

-Baby, quiero presentarte a tu nueva Nana-Grito el nombre de la Nana, Rosa-
-Si señor?- Salio de la cocina una señora de unos 50 años, traía un delantal y traía el cabello un poco alborotado- Oh! Tú debes ser la nueva Babygirl del joven, bienvenida linda, espero que lo que prepare te guste -Tomo mi mano y la movió de arriba a abajo muchas veces-
-Mucho gusto Nana-Sonreí levemente-
-Tengo que enseñarle las reglas Rosa, bajaremos a comer cuando estemos listos-Dijo mi Daddy mientras me jalaba para subir las escaleras-

En todo este tiempo me acabo de dar cuenta que no se el nombre de mi nuevo Daddy

-Daddy, cual es tu nombre?-Pregunte mientras me sonrojaba, diablos se escuchó mucho más estúpido de lo que pensé-
Me llamo Jason baby, ahora veamos las reglas-Dijo sin siquiera verme-

Caminamos un poco más y llegamos a una habitación color celeste y lila, había una cuna a lado de la ventana, había demasiados peluches en toda la habitación, en repisas y hasta arriba del ropero y en la habitación tenía alfombra rosa bebé

-Te gusta?- Pregunto mi Daddy
-Yo jamás he sido una baby de esta clase, es decir si tenía compañeras pero yo jamás-Dije nerviosa, el quería que fuera una bebé de una manera literal y creo que no estaba lista-

Voltee a verlo y su cara estaba sería, sin ninguna emoción, hasta que volteo a verme y sonrió

-Tranquila bebé, te enseñaré todo lo que necesitas saber-Me volteo y se acercó a mí cuello- Solo tienes que hacerme caso en todo, dormir a tus horas, tomar tus siestas-Movió mi cabello para que mi cuello estuviera libre-Dormir en tu hermosa cuna, usar la ropa que te compre y usar tu biberón y chupete-Dejo un húmedo beso en mi cuello y ahí fue donde jadee e hice mi cabeza para atrás- y serás la preciosa bebé de Daddy
-Esta bien Daddy, haré lo que me pidas-Voltee y puse mis brazos sobre su cuello-Puedo?-Pregunte para poder besarlo, por fin lo besaría-

El asintió y me acerco para besarlo, el beso empezó con cariño, tenía sus manos en mi cintura y yo jugaba con su cabello, una de sus manos bajo a mi trasero y le dió un leve apretón eso me hizo morder su labio un poco, nos separamos unos segundos por falta de aire y me quedé viendo sus hermoso ojos, apenas iba a hablar cuando ya estaba sobre mis labios de nuevo, pero esta vez el beso fue apasionado, sentía en mi vientre como un bulto iba creciendo, iba a tocarlo pero me soltó y se alejó de mí

-Ven nena, conozcamos mi habitación-Dijo para después tomarme en sus hombros y llevarme hasta la habitación de a lado

Cuando me dejó caer en la cama con delicadeza se puso encima mío sin aplastarme, tomo mi mano derecha y la puso en su bulto

-Ve como me tienes, solo fue un maldito beso y me tienes empalmado, dios Lila quiero averiguar que pasara si te veo desnuda atada en mi cama, imaginar tu linda boquita alrededor de mi polla me pone aún más, mi pequeña bebé, no sabes cómo me encantas-Dijo para después besarme
-Que te parece si averiguamos todo eso?-Dije en su oído y masajee su amiguito-

Se enderezó en la cama y me miro, su respiración al igual que la mía estaba acelerada, mordió su labio y se acercó a mí

-No sabes lo que acabas de conseguir, pequeña zorra-

Creo que fue una mala idea.