Epilogo

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17 de enero 1980

Huele a la rica sopa hecha de sobras de días anteriores, a madera húmeda porque estamos en invierno, huele a tierra mojada, me encanta ese olor. Me dirijo con sigilo hacia la cocina. freno en seco...
Ahi esta otra vez haciendo como si no comprendiera nada, ya a mis 7 años de vida he tenido que encargarme de mi, soy independiente, aunque no se muy bien lo que significa, la señora Juana siempre se lo repite a mi abuela. Las escucho hablar, hace un tiempo que vienen tramando algo. Mi madre que a su mala suerte quedó embarazada de mi de algún hombre que nisiquiera se su nombre, a los 15 años, cuento con los manos, solo 8 años más grande que yo, hago una nota mental al respecto yo no quiero eso me repito. Mi abuela gracia tan particular. Profesora madre de 5 hijas. Conversan sobre algo que deben decirme, algo que probablemente me vaya a causar tristeza. Me acerco y les digo.
- ¿que es lo que tengo que saber? Mi madre sin mucho balbucear...
- tu papa quiere verte. Ahí es donde todos mis sentimientos reprimidos, extrañamente para una niña de 7 años salen a flote, nervios, expectativas, ansias, miedo... Es todo lo que siento.


25 de enero 1980

¿Que hay de malo en mi?  Es por mi aspecto, se que quizás no ando pensando en cosas de un niña de mi edad y quizás si soy un tanto entrometida, pero tan molesto es que ni mi propio padre me tolera? Primera vez en mi vida que me pongo por decisión propia ese vestido azul con lazos que me regalo mi abuela en el verano, lo odio. Pero sentí que era un gran momento para usarlo, al fin tendria un papá, que me ayude, que me diga princesa... Pues aquí llevo 5 horas sentada en la ventana esperando a que llegue, hace unos días se presentó en la casa, ofreciéndome una vida llena de alegrías. Hasta dijo que mi cabello era lindo, siendo que hace unos meses mi mamá me lo tuvo que cortar porque Sandra la niña de la esquina, la hija de don Rubén tenía piojos...
- azul ven a tomarte un tecito, debes entender que... Mi abuela siempre queriendo sanar todo con té, yo se que no vendrá. Pero me aferro a esa idea magia de que llegara, diciendo que se atraso porque encontró esa muñeca que todas las niñas desean tener, aunque no sean de total de mi agrado sería lindo no sentirme un estorbo y algo deseado por alguna vez en mi vida.
Suspiro, de un solo salto llegó a donde mi abuela, le tomó la mano.
- era una linda vista, hace horas entendí que ese señor no vendría. Vamos por ese te.
Mi abuela me mira con el típico ceño de no entender mis palabras, siempre me repite que hablo como una señora de 50 años, que no es normal, pero que se le puede hacer, si la mayor parte del tiempo solo debo conversar conmigo misma.

Tiene Que Ser Por AlgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora