Capítulo 6

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Aunque Louis y yo compartimos dos clases, en la única en dónde nos sentamos juntos en la clase de inglés. Así que no es hasta que yo ya he guardado mis materiales y estoy saliendo de la clase de arte, que él se acerca.

El corre para estar a mi lado, aguantando la puerta para que yo pase, mis ojos pegados al suelo, preguntándome cómo me las arreglaré para cancelar la invitación a mi casa.

—Tus amigos me invitaron a tu casa esta noche, —él dice, sus pasos al compás con los míos. —Pero no voy a poder ir. —

—¡Oh!—yo digo, tomado completamente por sorpresa, arrepintiéndome de la manera en que mi voz me ha traicionado escuchándose demasiado feliz. —Es decir, ¿estás seguro?—trato de sonar suave, más cortés, como si de verdad quisiera que él me visitara, aunque ya es muy tarde.

El me mira, ojos brillosos y divertidos. —Sip, estoy seguro. Te veo el lunes,—él dice acelerando el paso y alejándose hacia su auto, el cual está estacionado en la zona roja, su motor inexplicablemente encendido.

Cuando llego a mi Miata, Niall está esperando con los brazos cruzados y los ojos entrecerrados. Su enojo claramente expuesto mientras sonríe. —Más vale que me digas que pasó allí porque eso no se vio nada bien,—él dice, metiéndose al auto mientras yo abro mi puerta.

—El canceló. Dijo que no podía venir.—Me encojo de hombros y miro sobre ellos mientras conduzco en reversa.

—¿Pero qué le dijiste para que él decidiera cancelar?—él me fulmina con la mirada.

—Nada.—

La sonrisa se hace más profunda.

—En serio, no soy responsable por haber arruinado tu noche. —Salgo del estacionamiento y conduzco en la calle, pero cuando siento que Niall me sigue mirando, digo —¿Qué?—

—Nada. —El alza las cejas y mira por la ventana y, incluso cuando sé qué es lo que está pensando, me concentro en conducir. Pero claro está, él me mira nuevamente y dice, —Está bien, prométeme que no te vas a molestar.—

Yo cierro mis ojos y suspiro. Aquí vamos.

—Es solo que... no te entiendo. Es como si nada sobre ti tuviera sentido.—

Respiro profundamente y me rehúso a reaccionar. Mayormente porque todo se va a poner peor.

—Por un lado, tú eres completamente hermoso. Al menos creo que es así porque es muy difícil decirlo cuando estas siempre escondido bajo esa horrible capucha. Es decir, siento que sea yo el que tenga que decírtelo, Harry, pero todo ese conjunto es completamente trágico, como un camuflaje para los vagabundos, y creo que no debemos fingir que no es cierto. Además, odio ser el que te traiga la noticia, pero hacer todo un drama para evitar al chico nuevo, él cuál es guapísimo y es obvio que le gustas, es simplemente extraño.—

El se detiene el tiempo suficiente para darme una mirada animadora, mientras yo me preparo para lo próximo.

—A menos, claro está, que seas hetero.—

Hago un viraje a la derecha y exhalo, agradecidao por mis habilidades psíquicas probablemente por primera vez, ya que definitivamente ayudó a aminorar el golpe.

—Porque todo está completamente bien si lo eres,—él continúa. —Es decir, obviamente, siendo yo gay, no te voy a discriminar, ¿verdad?. Esta bien tener un amigo hetero—El ríe, una risa un tanto nerviosa, una risa del tipo que se usaría si estuviéramos en territorio virgen.

Pero yo solo sacudo la cabeza y presiono el freno. —Solo porque yo no esté interesado en Louis no significa que soy hetero,—digo, dándome cuenta que soné más a la defensiva de lo que pretendía. —Hay cosas más importantes que solo las apariencias, ¿sabes?—

Eternidad -LS-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora