Polos Totalmente Opuestos [ 2 Temporada ] STOP

01

Narra Chaeyoung :

Ya llevo varios meses saliendo con Tzuyu, al igual que cualquier pareja hemos tenido peleas, discusiones, aunque tienen su lado bueno... La reconciliación.

Tzuyu se ha vuelto más detallista, eso hace que cada día la ame más.

No hemos hablado mucho en los últimos días, Tzuyu se esta mudando a los dormitorios de la Universidad ya que Jeongyeon tuvo que ir a Incheon por trabajo, Sana aún no regresa de sus vacaciones, algo me dice que tuvieron una pelea, mi mamá... Ya toma mejor mi relación con Tzuyu aunque... Aún me sobreprotege.

Salí de mi casa y me subí a mi auto, ventajas de ser mayor de edad, este fue mi regalo, aunque no sea un carro último modelo me gusta... La mayor parte del tiempo, aveces se descompone y termino empujándolo a una gasolinera cercana.

Aproveché el semáforo y llamé a Tzuyu.

- Hola enana.

- Tzuyu vamos saliendo varios meses, ¿No me puedes poner otro apodo?.

- ¿Por qué?, ese me gusta.

- Pero a mi no. Use Aegyo, tal vez asi la convenza.

Suspiró antes de responder.

- ¿Qué apodo te gustaría?.

- No lo sé, algo tierno.

- Mmm... Déjame pensar.

El semáforo había cambiado de color, busque mis auriculares rápidamente y los coloqué.

- ¿Ya?.

- ¡Sí!, bebe tigre.

- Ya soy una adulta.

- Para mi no... Bebe tigre.

- Dejémoslo en Enana. Dije finalmente.

- ¿Dónde estas?.

- Ya casi llego a tu casa ¿Por qué?.

- Nada, conduce con cuidado.

- Sí~. Dije para colgar.

Al llegar me estacioné al frente de su casa, dos pitidos fueron suficiente para que Tzuyu saliera.

En cuanto me vio deposito un beso corto en mis labios.

- ¿Me extrañaste?. Le pregunté.

- ¿Acaso no se nota?.

Sonreí.

- ¿Cuántas cajas faltan?. Pregunté.

- Cuatro, están muy pesadas, tal vez entre las dos podamos.

Entré con Tzuyu, ya tenia todo recogido.

- ¿Quién cuidará la casa de Sana?. Pregunté sin dejar de observar todo.

- Me dijo que vendrá su hermanastra.

- ¿La conoces?.

- No, solo sé su nombre EunWoo. (N/A: Aquí entran las Pristin)

De solo ver las cajas pude darme cuenta que pesaban.

- No creo que podamos. Dije convencida.

- Sí podemos, a la cuenta de tres la alzamos, ¿Lista?.

- Si. Dije aun con dudas.

Milagrosamente entre las dos pudimos alzar la caja, la llevamos hacia mi auto y la colocamos en el asiento de atrás.