Aún te quiero,
mi fuerte nunca ha sido el desprecio.
Te he amado con pureza,
y desteñiste mi grandeza invadiendo mi decencia.
Entregado he a ti mi ilusión,
solo estrujaste mi corazón
que había de latir más fuerte
al encontrarse con lo que pretendías era el tuyo.
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Aún te quiero,
mi fuerte nunca ha sido el desprecio.
Te he amado con pureza,
y desteñiste mi grandeza invadiendo mi decencia.
Entregado he a ti mi ilusión,
solo estrujaste mi corazón
que había de latir más fuerte
al encontrarse con lo que pretendías era el tuyo.