El Alfa peliazul y el Omega rubio [KaiLen]

Interrumpidos [EDITADA]

Nuevamente volvemos a centrarnos en la casa Kagamine. En dónde un rubio y un peliazul o son bastante ciegos o en el peor de los casos idiotas, por no darse cuenta de que ambos son destinados.

Len- Kaito.... ¿Cómo sabes cuando has encontrado a tu destinado?

Kaito- oh, bueno no lo se... Creo que es cuando "detectas" el aroma de él/ella

Len- ah... Entiendo....

El rubio inconscientemente se acerco más al peliazul y apoyo su cabeza en el brazo del contrario.

Len- chocolate... y menta

Kaito- ¿quieres un chocolate... con menta?

Kaito, con su mano libre levanto un poco la cabeza de Len para poder verlo a los ojos; el peliazul de quedo embobado al ver la linda cara de Len.

Len- N-no, solo... Ah no se porque lo dije... ¿Kaito?

El peliazul seguía en su mundo, observando con delicadeza al rubio, poco a poco su mano fue bajando hasta llegar al cuello del omega.

Kaito- Vainilla y cereza....

Len- ¿Qué pasa?

Kaito- Hueles rico Len...

El mayor tomo de la cintura al pequeño e indefenso omega, el cual empezaba a sentirse asustado al ver que su amigo estaba actuando de un manera muy extraña y a la vez peligrosa para él.

Kaito acercó sus labios al cuello de Len, para proseguir a lamerlo, cosa que altero más al asustado y pequeño Omega.

Len- Kai... V-vamos con Rin y Miku... ¿Si?

Kaito- ¿No quieres estar conmigo, Len?

Len- n-no, si quiero... Si quiero estar contigo Kai...

Una lucha interna estaba sucediendo en el subconsciente de Len, por una parte su parte humana le decía que aleja a Kaito y fuera con las chicas, para evitar que algo subido de tono sucediera; más sin embargo su parte animal quería que Kaito lo reclamara como suyo y jugara de manera explícita con su cuerpo, que el peliazul lo dominara por completo y lo marcara como suyo.

Kaito- ¿Me quieres Len?... Dime que que quieres...

¿Qué mierda le estaba sucediendo a Kaito? ¿Por qué actuaba de esa manera? ¿Por qué empezó a tratar a Len como si ya fuera su Omega? Todas esas preguntas pasaban por la cabeza de Len.

Creo que tod@s ustedes sabrán lo que le esta pasando a Kaito... Sí, Kaito entro en celo y necesita que su Omega le ponga atención.

Len- Kaito....

Kaito- Di que me quieres Len...

Poco a poco Len fue cayendo en sus instintos de Omega, los cuales le decían que se dejara dominar por aquel Alfa.

Len- Te quiero Kaito... Ah...

Finalmente Len se había dejado dominar por aquel Alfa.

Kaito- Di que eres mío

Len- ah... soy tuyo

Kaito- ¿Eres MI Omega?

Len- S-si...

Kaito- ¿Si, que?

El peliazul recostó con algo de brusquedad al rubio en su cama, acto seguido se puso sobre él para seguir lamiendo el cuello del Omega.

Len- mgh tu-tuyo ah

Kaito- ¿MI, que?

Kaito, rápidamente metió una de sus manos por debajo del short de Len, empezando a acariciar su mimbro por debajo de su ropa.

Len- Ah... Soy, tu Omega

Kaito- Buen chico....

El peliazul se estaba artando un poco del short del Omega, así que decidió quitarselos, con su otra mano, el Alfa levanto las piernas de Len y notó que la entrada del rubio ya se encontraba muy mojada, tanto que hasta la parte del bóxer que cubría esa parte del cuerpo del menor estaba empapada.

Kaito- Estas muy mojado, muñequito

Len- Kaito ah...

El alfa empezó a pasar dos de sus dedos sobre la entrada del Omega, el cual ya estaba ansioso porque algo entrara allí y lo hiciera gritar.

Len- Kaito... Hazlo....

Posiblemente el acto se hubiera consumado, pero las hermanas de ambos varones, al escuchar los quejidos y gemidos provenientes de la habitación del rubio rociaron con agua fría a sus hermanos para separarlos.

Len- ¡Ahg! Esta fría

Kaito- ¿¡Que quieren!?

Miku- No tener sobrinos por el momento...

Rin- No quiero a mi hermano embarazado... Aún

Len- ¿Em-embarazado?

Rin- No recuerdas como estaban hace unos momentos ustedes dos

Kaito- Eh... Lo, ¡lo siento Len!...

Len- n-o pasada nada...

Miku- Ven Kaito, hablaremos sobre esto en unos momentos.

La de cabellos celestes salió arrastrando del brazo a su hermano dejando a los rubios en la habitación de Len.

Las dos jóvenes tenían un plan, querían escuchar de las mismas bocas de sus hermanos lo que en verdad sienten por el contrario.