Capitulo 2

218 2 0
                                    

Hacia una semana que había empezado a prepararlo todo para ir a la isla y acabar el trabajo de mi abuelo y mi bisabuelo. Los diarios eran una parte importante, los había estudiado a fondo pero no sabía por dónde empezar una vez que estuviera allí. No podía sacar de mi cabeza el dibujo de aquella mujer. ¿Quién era? ¿Por qué mi bisabuelo la había incluido en sus diarios? El día en que tendría que partir se iba acercando e intentaba dejar las cosas en orden por aquí. Ahora me encontraba en mi piso, quería pasar tiempo con mis amigos y que mejor que una cena tranquila. Maggie buscaba información para mi viaje a Tenerife.  Willy estaba en la cocina ayudándome, quería convencerme de  que cancelara el viaje.

— ¿Estás seguro de que quieres ir? Creía que lo de estar viajando por el mundo no era lo tuyo, que por eso no habías estudiado arqueología. Siempre decías que preferías estar entre libros, que con tierra hasta en la ropa interior.

—A ti no te molesta que me vaya. Lo que te molesta es no poder  venir conmigo—. Sabía que estaba en lo cierto, aunque desconocía el motivo.

—De acuerdo, sí. Me molesta no poder acompañarte. Y el que no me hayas pedido que vaya contigo me molesta aún más—.Fallo mío. Había conseguido mosquear a Willy.

—Tu tampoco te ofreciste a acompañarme—.Así no íbamos a llegar a ninguna parte, no quería que nos enfadáramos ahora. Era como un hermano para mí. Respire profundamente y despacio fui soltando el aire por la boca para relajarme. — No te ofrecí que me acompañaras porque en cuanto te dije que me iba, empezaste a decirme que era una mala idea. No me diste oportunidad de pedirte que vinieras. Pensé que no querrías dejar sola a Maggie, pero dándole vueltas, llegue a la conclusión de que a ella no le importaría que me acompañaras. Hay algo que no me estas contando.

— ¿Y si no llegas para la boda? Te conozco. Te entregas con todo lo que haces, no te gusta dejar las cosas a medias—.Estaba incómodo. No éramos la clase de tíos que se ponen a hablar de sus sentimientos.

—De verdad crees que dejaría plantada en el altar a mi chica favorita—.Empezamos a reírnos. Ya había pasado lo peor. —Ahora en serio. Soy tu padrino y eres mi mejor amigo, más que eso eres mi hermano. No me perdería el día más feliz de tu vida por nada del mundo—. Acabamos abrazándonos y haciendo bromas sobre la boda.

En unos minutos todo volvió a la normalidad. Mi amigo se burlaba diciendo que en una paradisiaca playa encontraría una hermosa nativa y la dejaría escapar con mi empeño en buscarles fallos a las mujeres. Nos dirigíamos al salón con los platos que habíamos preparado, donde Maggie nos puso al corriente de lo que había conseguido. Sabía cómo desenvolverse y conseguir lo que quería de los demás. Tenía un doctorado en psicología y era de las buenas, de eso no cabía duda.

—He llamado al hotel donde solía alojarme cuando iba a Tenerife, esta al sur de la isla. Ya verás te encantara—.Al contrario que mi amigo a ella le parecía una buena idea que hiciera ese viaje. —Les he dado tus datos y el día que llegas. Te recogerán en el aeropuerto. Si tienes algún problema o duda, dirígete al director del hotel. También he llamado la universidad de La Laguna, he hablado con José Mª Garrido el director del equipo que descubrió 96 yacimientos de la población aborigen de la isla. Está encantado de echarte una mano, conoce el trabajo de tu bisabuelo. Por lo que pude deducir de su forma de hablar, es como un héroe para él, así que no tendrás problema alguno.

—No sabía que hubieras estado en canarias, ni que tuvieras tan buenos contactos—. Era impresionante lo que podía conseguir esta chica. Y eso que solo había hablado por teléfono con ellos, si los hubiera tenido delante, hubieran caído rendidos a sus pies. Haciendo todo lo que ella quisiera, como si fueran zombis.

—Veraneaba  allí con mis padres, cuando empecé a salir con Willy decidí quedarme a pasar las vacaciones aquí. Pero  ellos siguen yendo cada año. Después de tanto tiempo se forjan buenas amistades. El hombre con el que hablaba era uno de los camareros del hotel donde nos quedábamos. Ahora es el director y estará encantado de ayudarte en lo que precises.

LA VIOLETA DEL TEIDE: Conociendo el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora