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Arreglé a YoonGi. Me costó, pero lo hice. Las heridas nuevas no querían secar, pero ocupé mis métodos para que sucediera, todo debido a que la sangre artificial no tenía buena coagulación. Hablando de ello, tuve que comprar mucho más de ese encantador líquido rojo y el tipo de la tienda comenzó a dudar de mi. Fue muy gracioso, tuve que mentirle, decir que tenía una fiesta de Halloween en mi casa, aunque para esa fecha aún quedaban meses. Me creyó y eso es lo que cuenta.

Los ojos de YoonGi, los cuales aún no brillaban, me miraban con tristeza, culpandome por cada una de las puñaladas, pero yo sé que no está triste realmente, ya que su sonrisa sigue presente. De todas formas, me regalé algunas cortadas, con la mismas tijeras con las que dañe a Yoon, en el interior de mi antebrazo izquierdo. No podía perdonar la herida que le realice en su tan lindo rostro. Tanto que me costó arreglarlo, tanto que cuide no dañarlo, pero lo hice y merecía un castigo.

Hace semanas que mi hermano no me levanta para ir a la escuela, pero de todos modos sigo asistiendo. Sé que sí no lo hago de seguro me amonestará. Quiero quedarme más tiempo para buscar una forma de que los ojos de YoonGi reflejaran luz, pero no puedo. Tomo mi bolso y caminó hacia la parada de autobús. Me preparé temprano, mi ropa estaba impecable y lisa. Mi cabello limpió y bien peinado. Nadie imaginaria el desastre que intento ordenar en mi sala de estar.

JiMin se ha sentado a mi lado, cosa que por primera vez hace. Se ve nervioso mientras juega con un lapicero de color rojo entre sus pequeñas y rechonchas manos. Tengo la sensación de que quiere hablarme, pero no se atreve, lo cual es raro ya que su pregunta diaria no ha fallado.

—JiMin— Le hablo con el tono de voz más tranquilo que puedo, no quiero alterarle ni que piense que yo lo estoy —¿Quieres decir algo?

—¿N-no te molesta que me siente aquí? Puedo cambiarme si quieres...

—No. No te preocupes.

—Quiero hablar sobre YoonGi

Nuestros ojos se unen en una mirada llena de curiosidad y extrañeza. Su expresión es algo fría, pero también refleja algo de tristeza, como la de Yoon, lo cual es algo molesto.

—¿Qué pasa con YoonGi?

—Lo extraño demasiado. ¿Tú no?

—Claro que lo extraño, pero de cierta forma, lo siento muy cerca mío. — Muy muy cerca mío.

—Eso...eso está bien. Te ves mucho mejor, JungKook.

—Me siento mejor.

Me sonríe y luego suspira lanzando su cabeza hacia atrás.

—Lo único que quiero es poder verlo otra vez. Decirle...contarle muchas cosas.

Una idea molesta en mi mente, pero intento no concentrarme en ella. ¿Qué tan malo sería contarle a alguien más de la presencia de Yoon en mi casa? Sus ojos aún no brillan, pero no lo supongo un gran problema para JiMin. No me gusta como se ve, tan triste y decaído.

¡Hace mucho tiempo que no llevo gente a casa! Seguro mi hermano se pondrá muy feliz.

—Ven a mi casa... Si quieres. Podemos intentar soltar todo lo que se nos quedó dentro para YoonGi. Seguro que juntos será mejor.

—¿Estás seguro? Ninguno de los chicos me quiere escuchar... ¿no lo haces por lástima?

—No, claro que no. Yo te entiendo.

—¿Hoy?

Asiento y el me sonríe tierno para luego dejar su lapicero de vuelta en su mochila.

¡YoonGi, tendrás visitas!

🐏

Queda un solo capítulo, un muy enfermo capítulo 🐥

artificial blood × yoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora