Sentado dentro de mi camioneta, con las luces apagadas y el telefono encendido, me doy cuenta que el no llamo, que no llamara nunca. Mi corazon bombea hasta explotar, no puedo dejar de observar su perfil y me lamento por no ser el sol en sus mañanas, el alcohol en su cerveza, el humo en sus pulmones, la energia de su orgasmo.
Me lamento ademas por la libertad que la vida le dio, por la locura que lo distrae de mi querer, por no poder ser como las rejas que alguna vez lo retuvieron.
Me lamento por sus sueños rotos, por sus anhelos, por sus lagrimas ocultas, por cada grieta en su corazon que dejara que se derrame el amor que he vertido en el