un breve accidente

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Llegó el otro día que horrible, no me gusta estos tipos de trabajos, me puse ropa típica de todos los días, un jean con una remera al cuerpo y un suéter color rojo, en los pies eran sólo unas zapatillas adidas y ya fue.
Melissa me deja pasar con su permiso y me avisa que el Señor Javier está en su oficina, la última vez no le presté atención a como era pero esta vez cuando Javier pidió que entrara le di un vistazo con sus ojos quemándose la nuca y ví que eran esas típicas oficinas que aparecen en las películas yamkis, como que estamos en Argentina y la pobreza es mucha pero se ve que esta gente no parece de acá por su tremenda casa.

Javier- Sarah podrías hacerme un café sin que se te caiga nuevamente la taza por favor.
Sarah- s..si... ¡Si! señor...- el juan puta me está hablando, no tiene cara, después de lo que dijo ayer...

Cuando me encontraba en la cocina del señor Javier, estaba  preparando el café, aún que le prestaba más atención a mis pensamientos al recordar lo dicho por el doctor, cambie mi expresión​ se había vuelto nuevamente de asco y por darle más importancia a esto, volque nuevamente como ayer, suerte que esta vez no se me calló, lo limpie antes de que suceda algo más.
Escucho un ruido acercandoce levemente, no sabía donde meterme, mis piernas delgada temblaban con una tremenda desesperación.

Javier-¿ NO PIENSAS CONTESTAR MOCOSA ?- no entendía que sucedía, no dije nada obviamente, seguro que mi cara era más de despistada que un ratón en un salón sin salida.

Sarah- qu...que sucedió Javier?- me término dando un cachetada y se fue refunfuñando.

¿Donde me había metido esta vez mi madre?¿ en que problemas me quiso meter nuevamente?

No podía esperar más la hora de salida

Cuando lo hora llegó, sentí que algo agarró mi hombro, era una mano grande y con fuerza, esperaba que no fuera él, pero como esperaba lo peor así fue.

Javier- ¿ ya te vas ? Quedaste un rato más muchachita

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