Capítulo 1: Un hecho inesperado

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En este primer día de clases, todo iba a hacer diferente ya que no conocía a la mitad de mi clase, me sentía nerviosa de que  pudiera cometer alguna tontería, me acababa de despertar y aún sentía esas pocas ganas de levantarme demasiado temprano. Me dirigí al comedor para tomar mi desayuno e irme a la escuela, después de una larga caminata llegué a mi clase, tal como lo pensaba, había demasiada gente que no conocía hasta que derrepente llega  mi mejor amiga Tina, era una persona divertida, amigable y gentil, era de esas personas que le contabas un secreto y se lo llevaba consigo a la tumba.

Ambas nos saludamos y hablamos sobre lo que hicimos en las vacaciones de verano, el profesor llega y pide que todos se sienten en sus lugares, empezó a contarnos los objetivos que nos esperaban para este año y de quienes iban a ser nuestros nuevos profesores, mientras el profesor hablaba yo estaba observando a cada persona del salón hasta que mi mirada se centra en un chico de altura mediana, cabello lacio y claro, piel blanca y ojos claros. El asiento que estaba a su lado estaba vacío, al parecer el tampoco conocía a nadie, sentí algo de lástima que estuviera solo el primer día, pasaron no más de dos horas y media y tocó el timbre para salir a recreo. Al caminar por los pasillos de la escuela con Tina, nos dirigimos a la biblioteca, hasta que nuevamente me encuentro con aquel chico solitario, sentado a una esquina hacia el fondo del lugar leyendo un libro, al verlo sin compañía decido ir a hablarle pero antes le avisó a Tina que iría a ver unos libros, al caminar por un pasillo no muy largo me lo encuentro leyendo concentradamente.

- Hola.- le digo animada mientras me siento a su lado, cierra el libro y me mira con esos profundos ojos azules.

-¿Por qué cierras el libro?, no era necesario.- digo algo confusa.

-Es que si alguien te habla debes mostrarle el mínimo de respeto, pienso que sería muy desubicado de mi parte si estoy leyendo mientras me hablas, no te mostraría respeto si hago eso.- terminó de decir aquellas palabras con una pequeña sonrisa deslumbrante, lo observo sorprendidamente, de todos los chicos que he conocido son demasiados pocos los que son atentos y respetuosos contigo, pero sin darme cuenta sentí que este chico era especial, no por su físico, si no por su forma de pensar y de ver las cosas.

-Mmm supongo que tienes razón, no existen muchas personas con aquella actitud-. Digo con la mirada desviada, él me observa, al sentir su mirada me siento algo incómoda pues lo que parecían segundos se volvieron minutos.-Ser respetuoso y amable con una mujer es parte de ser un verdadero caballero-. Sin darme cuenta, al decir esas palabras me dejaron sorprendida, nos miramos fijamente y al parecer se da cuenta que mis mejillas se tornan de un color rojizo.

-Te vez hermosa cuando te sonrojas.- sonríe, en eso toca el timbre y se despide, encuentro a Tina para irnos juntas al salón. Al finalizar el día me recuesto en mi cama y pienso en aquel chico, que en tan sólo imaginarmelo me sonrojo, no sabía lo que estaba sintiendo, era algo nuevo para mi, cierro mis ojos y me quedo dormida.

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⏰ Última actualización: May 07, 2017 ⏰

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