e x t r a

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Jimin dejó su teléfono en la cama y se paró de un salto. Debía arreglarse antes de que llegue Taehyung.

Su hermana había salido junto con su madre para su control médico, para su suerte, ya que hubiera sido muy vergonzoso que le preguntaran delante de Taehyung para qué había pedido fresas.

Se colocó uno de esos sweaters inmensos que adoraba usar cuando hacía frío, eran súper cómodos y le ocultaban casi por completo las manos, abrigándoselas. Peinó con cuidado su cabello y se colocó un poco de loción, quería dar la impresión que no se había esforzado en arreglarse, si no que así solía pasar las tardes en casa.

Llevó una manta para cubrirse con ella en el sofá  mientras esperaba, se había puesto a revisar las series en Netflix cuando sonó el timbre.

Al ponerse de pie se enredó con la manta y casi se cae encima de la mesa de centro, por los aires volaron su celular y el control remoto. Era un desastre de nervios y las mejillas ya se le habían puesto rojas incluso antes de abrir la puerta.

El timbre volvió a sonar haciendo que se apresure en ordenar todo.

Respiró hondo y repitió en su mente.

"No es la primera vez que ves a Taehyung."

"Deja de ser tan obvio."

"Todo saldrá bien."

Arrastró los pies hasta la puerta y miró por el visor antes de abrir.

Al otro lado se encontraba Taehyung con una polera de un bonito color beige, le quedaba grande, lo que era extraño porque era muy alto según Jimin. En una mano llevaba una bolsa en donde imaginó llevaba las fresas y en la otra una sandía, no tan grande como la que compró el día que lo conoció pero igual se cuestionó cómo había logrado tocar el timbre en esas condiciones.

No perdió más el tiempo y abrió la puerta con la mejor sonrisa que pudo dibujar en su rostro, los nervios no le dejaban pensar bien qué decir y sonreír fue lo mejor que se le ocurrió.

─ Mmh ¿puedo pasar? ─ Taehyung soltó una pequeña carcajada por lo tierno que se veía Jimin asomándose con las mejillas rosas y el cabello cubriéndole casi por completo los ojos.

─ Oh, disculpa. Claro, adelante. ─ Jimin abrió por completo la puerta haciéndose a un lado y sintiendose torpe y avergonzado otra vez.

─ Es un gusto volverte a ver Jimin.

Se habían encontrado un par de veces en la tienda cuando Jimin iba a comprar frutas supuestamente para su hermana o cuando iba por una manzana antes de ir a la universidad.

Jimin no se había atrevido a escribirle al número que le había dado el día que se conocieron, si no hasta hace un par de horas cuando sintió que lo extrañaba demasiado como para soportar no verlo hasta el lunes cuando vaya a clases.

─ Igualmente Taehyung.

Jimin estiró los brazos para tomar la bolsa con fresas y llevarlas a la cocina. Fue allí cuando reparó en que el más alto también había llevado una sandía, pensó que era un pedido para otro lugar y ya debía irse.

─ Veo que tienes más pedidos por entregar, espera traigo el dinero para pagarte. ─ no pudo disimular la decepción que le provocó darse cuenta que Taehyung solo había ido para dejar un pedido, uno de tantos.

sandía; vminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora