The softness in the storm

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Estudiar siempre había sido algo fastidioso para Kenma, pero desde su ingreso a la Universidad hasta se había vuelto difícil. Ya no tenía a su amigo de infancia para que le ayudara antes de los exámenes, algo que este había seguido haciendo incluso cuando él iba en tercero de preparatoria y su amigo ya en primer año de la Universidad. Pero ahora, con ambos en la Universidad, y a pesar de estar en la misma y compartir campus, estudiaban cosas de áreas tan diferentes que Kuroo no podía ayudarte.

Incluso sin ello él había conseguido pasar todas sus materias del primer semestre con notas bastante aceptables, sin tener problemas de estrés en los finales porque no necesitaba salvar nada ni obtener notas extremadamente altas, aunque igual las había conseguido. Y aquello no había pasado porque algún Dios estudioso se hubiese apoderado de su cuerpo.

Todo era gracias a las sesiones de estudio, obligadas, que le había impuesto Akaashi todas las noches antes de cenar.

A veces sólo duraban media hora, para repasar lo visto en el día, y cuando alguno de ellos tenía un examen estas podían extenderse dos horas o un poco más. Pero, aunque limitaban el tiempo de ocio que dedicaba a los videojuegos, Kenma debía admitir que funcionaban en serio y que él gracias a ello no había estado tan estresado como podía haber llegado a estar. Además, así también tenía libres los fines de semana para jugar cuanto quisiera, los que complementaba con momentos en las noches antes de dormir y las ventanas entre algunas clases.

Pero esas sesiones no habían comenzado sólo con la Universidad, sino mucho antes, durante todo el año anterior con ellos en tercero y teniendo la presión de los exámenes de admisión tan cerca. Kuroo había propuesto hacerles unas pequeñas ayudantías en sus tiempos libres, las que él había aceptado más por presión que otra cosa, y poco a poco esas ayudantías se habían vuelto constantes. Y por petición de Akaashi, incluso cuando Kuroo no podía ayudarles, habían comenzado a tener los domingos sesiones intensivas de estudio en casa de él.

Y si bien ellos dos siempre habían tenido una relación cordial de agrado donde se apoyaban en silencio para soportar las constantes idioteces de Kuroo y Bokuto, ese año había servido para hacer surgir en ambos algo más que la cordialidad previa. Se habían vuelto cercanos, quizá no amigos, pero sí realmente cercanos. Y si no habían llegado a ser amigos era sólo porque, entendió luego de un tiempo, ninguno quería ser eso, sino algo más.

Estaría mintiendo si dijera una fecha exacta de cuándo su interés curioso por Akaashi se había transformado en un interés romántico, sentimental. Simplemente un domingo, entre fotocopias, lápices, textos y simulacros de examen, una permanente tensión entre los dos se había quebrado y Akaashi le había besado. Él ni siquiera había dudado en corresponder con toda la inexperiencia que poseía y los simulacros habían terminado olvidados el resto de la tarde.

Aquello había ocurrido a inicios de diciembre. En año nuevo, durante la visita grupal al templo en la madrugada, Akaashi había colgado una tablita pidiendo por buenos resultados para ambos en los exámenes de ingreso y luego, mientras tomaba su mano, le había pedido salir. Él había dicho que sí, o a eso le sonó su balbuceo ahogado por la gruesa bufanda, y habían terminado por compartir un vasito de amazake para aguantar el frío.

Luego se habían ido solos a casa de Akaashi y por primera vez, juntos, habían hecho algo mucho más interesante para sobrellevar el frío.

A partir de ese momento el tiempo había pasado rápido debido a sus ocupadas vidas académicas y deportivas; Nekoma había llegado a las Nacionales, pero habían perdido pronto y Fukurodani había perdido un par de rondas después. El examen sentā shiken había sido a mediados de enero y en él ambos habían conseguido el puntaje necesario para poder aplicar a la Universidad y rendir los exámenes específicos ahí. Akaashi no era especialmente inteligente, pero sí aplicado y disciplinado, lo que le ayudó a conseguir un lugar bastante alto en la lista de ingreso, bastante por sobre el suyo que al menos había estado arriba de la media, un resultado que de todos modos había sido un logro sorprendente para alguien como él tan perezoso en los estudios.

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⏰ Última actualización: May 01, 2017 ⏰

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