CAPITULO 5

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Narra Mara...

Mañana tendría que ir al instituto ya que era lunes, los chicos se encontraban en la cocina intentando preparar la cena. Estaban todos cubiertos de harina. Para que necesitaban utilizar la harina si habían cocinado unos bocadillos. 

Empecé a limpiar, los chicos me miraban, me di la vuelta dándoles la espalda.

Los chicos empezaron a reírse, me di la vuelta y me encuentro con los ojos de Paul encima mio y riéndose con sus amigos, rodé los ojos y seguí limpiando, empecé a lavar los platos, en la pared había una foto de mis padres, muchas lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, me dolía, y mucho, aunque intentase no podría parar de llorar, y tampoco lo quería en estos momentos, llorar me hacia bien.

Alguien me rodeó por detrás y dejó pequeños besos en mi cabeza, percibí su olor, era Scott. Me di la vuelta y lo abracé, mi hermano me miró con los ojos cristalinos, muchas lágrimas caían por su cara, me sorprendí, pensaba que no iba a llorar, se acercó a nosotros y le tocó el hombro a Scott, el chico se apartó sonriendo. Lucas me dio un fuerte abrazo. Pero no se lo devolví, seguía enfadada con el.

El timbre de la puerta se escucha. Fui a abrir y me encontré a un señor de mediana edad vestido con un elegante traje.

-Buenas noches, que desea.-digo con amabilidad secando me las lagrimas.

- Buenas noches señorita, vengo a leerle el testamento.- ¿testamento?.

- Que testamento si nosotros no tenemos dinero.- dijo mi hermano apareciendo de la nada.

- Bueno la tía abuela Penelope, acaba de fallecer, y la herencia a ido dirigida para vuestros padres, pero como han fallecido, y que en paz descansen, pues la herencia es para vosotros.- dijo el señor.

- ¿Tía Penelope?.- Lucas y yo nos miramos, no la conociamos.- Oímos mucho de ella, pero no la llegamos a conocer.- añadió mi hermano.

- ¿Puedo pasar?- dijo el señor, le dejé pasar a la sala. Fue contandome mientras se sentaba y mientras yo le preparaba un café, se lo entregué.- Muchas gracias joven, el testamento no es muy grande, pero os llega para vivir. Para Lucas tenemos el cincuenta por ciento, es decir quinientos mil dolares. Y para la joven  Mara otros quinientos mil.- los dos nos quedamos con la boca abierta.

-Eso es mucho dinero, gracias, es una gran ayuda.- dijo mi hermano.- ¿no nos llevarán a un internado verdad?.- el señor negó.

-Como a ti te queda poco y cumples los dieciocho no hace falta.- los dos asentimos, el señor se levantó, nos entregó las copias del estamento y se fue.

Ya habia pasado una semana, cada vez me sentia mejor, con el tiempo el corazón se cura. Me encontraba con la computadora hablando con mis amigos por un grupo del facebook.

Chat..

Alice: Vamos, solo es una fiesta, así te despejas que no tienes muy buena cara.

Logan: Normal que no tenga buena cara, mira lo que le ha pasado.

Yo: No me miréis con lastima, además creo que me vendría bien despejarme un poco, lo único que hago es ir a clase, venir a casa y estudiar, solo eso.

Claris: Pues entonces quedamos este sábado en mi casa.

Scott: Yo me apunto.

Yo: ¿Puedo llevar a unos amigos?

Logan: Claro cielo.

Fin chat.

Me levanté y me fui al cuarto de mi hermano, llamé a la puerta y entré después de escuchar un adelante. Estaba en su cama, sentado, mirando unas fotos de nuestros padres. Fui y lo abracé, el empezó a llorar en mi hombro. En esos momentos se me olvidaba que estaba enfadada.

La boxeadora (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora