Sorpresa (DaiSuga)

Sorpresa

Sawamura, Koshi y Azumane siempre fueron muy unidos, desde que se conocieron y durante toda su trayectoria escolar, pues habían compartido mucho; felicidad y tristezas, derrotas y triunfos. Incluso se habían visto tantas veces desnudos que ya no era raro. De cualquier forma, la relación entre Daichi y Suga siempre había sido diferente, más cercana, más íntima. Ellos se buscaban cuando necesitaban hablar con alguien, desahogarse, jugaban juntos en la consola de Suga o pasaban las tardes de verano en el patio de Daichi.

Ellos eran diferentes y se necesitaban, se notaba a kilómetros, es por esto que cuando su relación escaló, fue muy fácil para Asahi darse cuenta, era más bien como que lo estaba esperando. 

Cuando Daichi y Sugawara entraron a la preparatoria de Karasuno, el destino los guió tan fuerte el uno con el otro que su primer encuentro fue chocando entre si. Koushi, que era un chiquillo flacucho y alto, usaba frenos en ese entonces. Sawamura, en cambio, era moreno y más fornido, pero aun así más bajo que Suga, con el pelo corto y oscuro y los ojos grandes.

Daichi sin prestar atención, había empujado a Suga tan fuerte, que este recorrió uno o dos metros con el trasero pegado al suelo. El moreno alarmado por haber empujado al chico, corrió hasta él y ruborizado por la vergüenza, le tendió una mano para que se parara. Suga, quién siempre tenia una sonrisa metálica y contagiosa, se rió antes de aceptar su mano. Cuando Daichi le preguntó si se encontraba bien, Koushi le respondió sin bacilar que sí y que "solo me tiraste porque estaba desprevenido, si tuviéramos una pelea real, te derribaría y no podrías volver a caminar"  sonriendo sugerente. A Daichi esto se le antojó muy tierno y río sin poder evitarlo, cubriendo con su mano, sus propios dientes que estaban muchísimo más parejos que los de Sugawara.

Caminaron al gimnasio juntos hablando mil cosas y solo se enteraron que iban al mismo lugar hasta que estuvieron frente a las puertas del recinto dónde entrenaba el club de voleibol de la escuela. Fue ahí donde conocieron a Asahi, el chico alto, que en ese entonces tenia pelo corto y era nervioso y cohibido; se volvieron inseparables.

Así continuó la historia para ellos, al año siguiente cuando ingresaron Tanaka y Nishinoya, además de los tranquilos de Ennoshita, Narita y Kinoshita, todo cambió para el equipo; por fin había una verdadera posibilidad de volver a competir en el torneo de primavera, Tanaka causaba muchísimos problemas y finalmente, Asahi, con el pelo bastante largo ya, se mantenía bastante pendiente del pequeño libero estrella, pues cada que pasaba frente a él lo seguía con los ojos hasta que lo perdía de vista y es que el pequeño era un torbellino, era difícil seguirle el rastro sin agotarse.

Para Daichi también fue un año especialmente interesante, pues luego de la semana de receso por fiestas, Suga había regresado sin sus frenos, con una sonrisa blanca brillante que se le antojó bellísima (al igual que el resto de su rostro) este hecho había revuelto un poco su cabeza, pero prefirió no alarmarse, pues hasta el momento lo había sabido manejar con discreción.

Luego de los exámenes y el bajón que les causó no alcanzar sus expectativas como equipo, el trio maravilla se encontró, casi como por arte de magia, cursando  el temido y melancólico tercer año.

El tiempo avanzó constante, con el esperado nombramiento de Daichi como capitán, y turbulento, con las adiciones prodigiosas de los de primer año al equipo. Para Sugawara fue especialmente interesante, pues él quien siempre estaba en las nubes, empezaba a ver con claridad a su alrededor. Para Azumane también fue un año más ocupado, pues luego de una vergonzosa confesión de amor, él y Yuu estaban saliendo y esto significaba un estado constante de estrés para Asahi, pues Yuu era la persona menos discreta del planeta tierra y lo arrinconaba cada que podía, ganándose regaños y burlas por parte del capitán, del entrenador o de sus mismos compañeros, especialmente de Ryuunosuke.