Guerras de sangre

Capitulo 1: Una Nueva Hermana

   En una lejana época, cuando el mundo era joven y con bastas extensiones de tierra inexplorada por los ojos del hombre. Cuando los grandes reinos de los seres pensantes nacieron; llevando la poca historia que llevaban recorriendo en sus espaldas. Estos reinos, siendo divididos por las  distintas razas que mostraban una época de mínima tolerancia entre ellas, causando devastaciones y guerra entre sí.
Pero no fue hasta que los grandes líderes de sus reinos pudieron entablar un acuerdo de existencia entre ellos que crearon una gran ciudadela, donde todas las razas pudieran convivir en paz, pero pocos seres podían convivir entre ellas debido a los resentimientos previamente causados por sus antepasados, donde pocos ciudadanos crearon gremios únicos para unificar mas este acuerdo donde entablaron amistades duraderas por las aventuras y riesgos cruzados.

Entre las razas existía una llamada "Los grandes Elfos" eran conocidos por su singular belleza y elegancia ademas de su extrema peligrosidad en combate, en el cual sus ciudades eran lugares hermosos donde al salir los rayos del sol destacaban la esplendorosa arquitectura de sus palacios y la gran simetría de sus calles, pero aun entre los elfos existían variaciones como cualquier otra raza; a lo que los grades elfos apenas mostraban tolerancia ya que sus diferencias generaban conflicto entre ellos políticamente. Unos son los elfos hijos de Gaia descendientes del bosque y sus protectores, ellos crearon sus ciudades secretas en lo mas profundo del los bosques sin modificarlo ya que solo ellos conocían los secretos de la tierra y con la gran ayuda de la diosa Gaia, otros son los semi-elfos los cuales son una mezcla que los demás elfos los consideraban como impuros viviendo sin remedio en el mundo de los hombres, pero la sub - rasa mas odiada tanto para elfos y cualquier ser de los demas reinos eran los Drow seres oscuros mal vistos no por su piel negra y cabello blanco; ellos son solo devotos a la oscuridad de la cual engendraron a su diosa Lolth, acechando en las profundidades de la infraoscuridad emergiendo cuando los demás descansan solo para robar o asesinar a los habitantes de la superficie lo cuales consideraban sus enemigos. Los elfos Drow adoctrinaban el matriarcado siendo la fuerza imponente en su reino de oscuridad donde el ser masculino se le convertía en el esclavo o en el menor de los casos en un sirviente y ser femenino se le trataba como el objeto mas perfecto entre los Drow.

En el basto reino de la infraoscuridad de los elfos Drow, en alguna parte adentrando en un castillo se escuchan gritos de dolor dentro de los muros grises resuenan con mas intensidad y una luz delata una ventana entre todas la demás que se encontraban su alrededor en donde los gritos de dolor resuenan con mas intensidad en una habitación siendo alumbrada con pocas velas adentro se encontraban tres elfas drow inmoviles y dos humanos que ayudaban a una Drow en su parto.

- ¡¡¡AHHHH !!! Un grito de dolor.

- ¡¡ Por favor sácalo ya !!

- ¡Sácalo de mi vientre ! Con una voz cansada y tensando los brazos, agarrando con fuerza la manta que la dividía del piso frio.

- Ya falta poco Enna, ya puedo ver su cabeza. Enfrente de ella la humana que la ayuda en su parto y una mago que la asiste a su lado, donde el cuarto parece una batalla sangrienta por la cantidad de sangre brota la Drow con dolor insoportable. En el parto se ve a las otras elfas con armadura bloqueando la entrada del cuarto y viendo tal impureza de lo que sucede ante sus ojos aguardando que lleguen las demás para asistirlas.

- Ya esta, ya salio. Exclama la humana y se escucha un llanto enfrente de la madre agotada y con pocas energías, con el sudor brotando y los parpados queriendo cerrarse. La humana limpia a la criatura con un poco agua y un trapo limpio la sangre que tiene en el cuerpo la envuelve con un manta suave.

- ¡ Mira Enna, es una niña ! Se escucha un llanto y la humana se muestra entusiasmada la humana pero la madre ya exhausta con sus ojos nublados y parpados cansados apenas nota el rostro de su hija recién nacida y sienta la cabeza en la almohada y con una respiración débil.