Capítulo único

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—¡Ya me canse de tus celos! —gritó ya un cansado Dipper a su hermana Mabel, pues ella había estado molestando y molestando con lo de Pacífica. Cuando él sólo la quería como amiga, y también la apreciaba mucho —. Hasta la podría considerar mejor hermana que tú, no haces más que molestar y molestar, ¡ya estoy harto!

Mabel no podría estar más sorprendida, su hermano nunca le había hablado así, y cabe recalcar, que hace varios meses había empezado a sentir cosas por él. Se sentía tan dolida por lo dicho por su hermano.

—Di.. Dippy... No digas eso —Pidió Mabel, tratando que su voz no sonara tan rota.

Su corazón se había partido en muchos trocitos. Como el tamaño de toda la lana que había usado para hacer sus tantos suéteres.

—No Mabel, hablo en serio, ya me cansé de esto —Le dolía de verdad hablarle así a su hermana, pero de verdad ya lo había molestado demasiado, cada vez que tenía la oportunidad. Se sentía terriblemente mal al ver a su hermana en ese estado, pero ésta vez no se iba a callar.

El labio de Mabel temblaba.

—Pe.. pero siempre estás con ell...

—¡YA BASTA! —sentenció Dipper, dando un portazo al salir de la habitación de Mabel. Fue al baño a lavarse la cara. Le dolía la cabeza.

—Yo.. Yo lo siento Dipper —sollozó Mabel con lágrimas en sus ojos, se arrepentía mucho por dejar ver su actitud. Siempre reclamándole a Dipper por estar con Pacífica "más" que con ella. De verdad no soportaba verlos juntos, y sabía que Pacífica sólo lo hacía para molestarla, separándola de su hermano.

No dudo ni un segundo en ir hasta el baño y pedirle perdón a Dipper, no se preparó un diálogo ni nada. Sólo diría lo que saliera de su mente.

—Hey Di.. Dipper —tocó tres veces la puerta, con la voz todavía algo rota.

Dipper no respondió.

—¡Dipper!

—¿Que pasa ahora, Mabel? —Quizás sonó más brusco de lo que quería.

La chica no tenía una respuesta preparada, pero optó por lo principal.

—Yo... yo... —tosió —. Por favor, discúlpame.

—Siempre pides disculpas, pero lo sigues arruinando —habló Dipper del otro lado de la puerta. La chica bajó la mirada. Sentía tanta impotencia en su interior, todo este tiempo intentando ocultar su mayor deseo, eso que sólo en sus sueños podría ser real. Pero eso que le contaba Dipper sobre su increíble "mejor amiga" Pacífica logró sacarla tanto de sus casillas.

—Lo siento, pero es que no me controlo.

—¿Controlar qué, Mabel? No tienes que culpar a Pacífica por cada cosa "mala" que pase en el mundo, ya cambió, no es la misma persona que era antes, ella es buena y amable.

Mabel frunció el ceño. Estúpidos celos. Guardó silencio un momento para intentar organizar sus pensamientos, pero sólo se encontró envuelta por la inmensa inseguridad que le causaban sus ridículos sentimientos por alguien que no debía. Se sintió abrumada.

—Yo... te prometo que no lo volveré a hacer, no quiero que te sientas incómodo. Por favor créeme Dipp, es más, si tú lo deseas puedo no dirigirte más la palabra. Por favor, perdóname, ésta vez si es cierto —Las lágrimas de la chica nuevamente quisieron husmear sus mejillas, pero ella no lo permitió, tal vez más tarde habría tiempo para llorar, ahora se centraría en Dipper, en disculparse, porque nada estaba bien, ésta vez iba en serio —.Te aseguro que es en serio, sé que soy demasiado molesta, e insistente pero.. Por Dios Dipper, si quieres puedo irme a casa con papá y mamá con tal de que tu puedas pasar lo que queda del verano feliz con Pacífica. Solo tienes que decirlo. Perdón por actuar así, perdón por ser así, perdón por no ser la hermana que quisiste, una normal, por favor perdóname.

Malditos celos - PinecestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora