Epílogo

130 2 0
                                    

Se los advertí
_____________________________________________________________________
Siete días para re-enamorarte:
Epilogo
_______________________________________________
Hojas cayeron con lentitud, adornando con su caída tranquila y desigual, aquella tarde un poco fresca de otoño, observo con indiferencia como el Sol comenzaba a tornarse de un tono anaranjado oscuro y suspiró...

...Quería irse a casa ahora mismo...

Jugó con él portaretrato electrónico que se posaba tranquilo sobre su escritorio, observó la foto y sonrió mientras sus manos volvían a la computadora y presionaba teclas a una velocidad impresionante mientras terminaba el reporte de aquel día

...Hasta ahora todo marchaba bien...

Siguió escribiendo mientras no desviaba su vista del monitor...quería acabar ya... Los minutos pasaron y entonces, cuando pusó el punto final del reporte, suspiró en paz recargándose sobre su silla y se lo mandaba a su jefe, presionó la pantalla y pulso enviar.

Con su pequeña pluma especial para la máquina, y con ayuda de sus manos hizo un gesto con éstas como si estuviera volviendo a algún objeto pequeño, realizó dicha acción con el procesador de textos, volviéndolo un simple cuadrito blanco en una pantalla con una foto especial para él, esto provoco una leve sonrisa en su rostro mientras otro suspiro salía de sus labios

Nuevamente suspiró mientras apretaba un botón detrás de la pantalla provocando que esta se doblara hasta el tamaño de un celular moderno que era del tamaño de su cara, desconecto el teclado holográfico, este desaparecio y sintió la mirada de su compañera de enfrente

-¿Que ocurre Meia?-

-Es que me entere de lo que se anda rumoreando por la empresa, Norihito... ¿Es verdad?

-Pero que rápido vuelan las noticias...pero si, es cierto...

-¡Está enorme!-

-Lo se, ¿Pero que puedo hacer?

-Cierto...

-Meia ¿podrías venir a mi oficina?-llamo su jefe Gillis llamando a la secretaria, esta se levanto sonrojada y se despidió de su compañero y amigo, este sonrio burlón... no es como si no se hubiera dado cuenta de la "curiosa relación" que llevaba el jefe de su amiga y esta...eran demasiado obvios además de que la chica estaba empezando a subir de peso y lo "Curioso" era que devolvía todo lo que consumía y además no trabajaba tanto y tenia "Extraños" vómitos y mareos recurrentes...sonrió al recordar sus propios síntomas...había sido una pesadilla para su madre...
Sonrió ante eso, pero su momento se vio interrumpido por su propio jefe

-Kurama puedes irte...-

-Claro Ichiban-sama-

Caminó hacia la puerta, posó su mano sobre el escáner reconocedor de huellas digitales, la maquina al reconocer su ADN se levantó para permitir la salida del moreno de aquella oficina, caminó hasta llegar al elevador con paredes de cristal, apretó el botón para llamarlo y mientras esperaba se encontró con su compañera de trabajo: Beta Dorado

El elevador dejó de bajar pues habían llegado al primer piso de la empresa, ambos caminaron a la entrada de la empresa, se despidieron de las recepcionistas y una vez afuera, ambos tomaron caminos diferentes

-¡Oh! Antes de que se me olvide...Deséale Feliz Cumpleaños a Ren-kun de mi parte-

-Gracias, yo se lo dire-

Caminó hacia su vivienda, la verdad tenia un automóvil ultimo modelo pero no lo veía necesario pues su trabajo solo quedaba a 15 minutos, además de que tenia 24 años y todavía no estaba tan viejo como para necesitar ayuda para caminar. Siguio andando mientras observaba detenidamente las vitrinas de cada tienda del centro de la ciudad, buscando el regalo perfecto para su primogénito pues el día siguiente seria su cumpleaños número 8 y queria que fuese especial. Pasó alrededor de una hora para que el regalo perfecto hiciese acto de presencia, cuando lo encontró, entro a la tienda y lo pidió, pagó el efectivo y salio de nuevo a las concurridas calles de Ciudad Inazuma, ahora sí estaba listo para regresar a casa

7 dias para re-enamorarte [MinaKura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora