Capítulo 3 -" Thais"-

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“Thais”

Cuando Vicu reaccionó ya que aquel dije era hermoso al igual que Thais, tomo con sus dedos la cadena para voltearla y observar el escrito en griego ya antes mencionado por Thais, pero una frase  resalto ante sus ojos él conocía la frase, la había leído en un libro de un escritor humano muy famoso y excelente narrador, él sabía el significado de esa palabra "un rayo de luz " eso era lo que significaba.

Esta frase le dio lo que le faltaba para asegurarse de que Thais era la indicada. 

-Thais , ven conmigo para que Rabel te indique que tienes que hacer durante el viaje y yo voy a tratar de descifrar esta frase con algunos libros que tengo - ella asintió con su cabeza, y él le indicó el camino hasta que llegaron al palacio donde se encontraba Rabel - Hola, tú debes ser Thais - la saludo con una sonrisa llena de esperanza, Thais muy segura sonrió  devolviéndole  el saludo - Si, soy yo -aseguro dedicándole una mirada a la decoración del interior de aquel enorme palacio- Bueno Thais es un gusto conocerte pero Vicu ya te ha dicho , estas aquí para ayudarnos  realizando este viaje de suma importancia...-antes de que terminara de hablar , Vicu la interrumpió diciendo - lo siento Rabel, pero tengo cosas que hacer espero no te moleste que me retire - la miró para que entendiera que eran cosas también importantes - Esta bien , pero luego me explicarás de que se trata- autorizo observando la cadena que se encontraba entre los dedos de su mensajero , él lo más rápido que pudo desapareció por la puerta gigante de la entrada.

"Thais" 

Ya me encontraba lista para aquel viaje, parada observando cada cosa blanca que adornaban  el palacio, trataba de distraerme  con la decoración, aunque el miedo y la ansiedad me estabas carcomiendo desde la coronilla de mi cabeza hasta la punta de los dedos de mis pies, estaba tratando de mantener la calma, mostrándome segura, pero ¿y si no lo hago bien? ,¿qué tal si mi torpeza , lo estropea todo y tenía que volver como " la que empeoró todo ? ....

-No, no, no Thais - me repetí en mi mente para tratar de controlar el miedo que tenía de hacer algo mal, mamá siempre me había dado a entender "que el único que daña y aconseja mal es el miedo."

 Así que me concentré en la frase que mama siempre tenía presente en nuestras conversaciones, para poder vencer el miedo tan hambriento que le faltaba poco para devorarme y dejarme sin ni siquiera una pizca de esperanza. Poco a poco logre calmar el hambre de aquel miedo tan grande, obligándome a ser más segura de que iba hacer lo correcto como mamá siempre lo hacía.

Ya casi acabando de organizar mis pensamientos, fue cuando Rabel me interrumpió, en mi esfuerzo por dejar de ser insegura por un momento para no salir corriendo como una psicópata, ya que normalmente lo hacía cuando de verdad no me inspiraba el valor suficiente para cumplir el reto que me planteaban.

Rabel ya me había explicado  mi objetivo en este viaje, sobre los obstáculos que podría encontrar y lo importante que era la perseverancia en esos momentos, repase la charla que me había dado para no olvidarla  y no cometer ningún error por no haberlos tenido en cuenta.

Pero nuevamente ella  interrumpió mis pensamientos - ¿Ya estas lista? - vacile en responder esa pregunta, sin estar consciente   de lo que respondí, como siempre me pasaba cuando estaba confundida con muchos sentimientos juntos , era como si yo estuviera programada para pensar de un lado , y con el otro lado responder lo contrario a lo pensado.

 - Si , más que lista - cuando estuve consciente de lo que acaba de decir, me maldije por ser tan extraña  y no poderme comprender ni yo misma.

Era parecido a lo que le pasaba a una de mis hermanas, Carla, hija quinta de Cupido, era con la única que hablaba y me sentía cómoda con ella.

Éramos muy parecidas pero a la vez diferentes, ella era una semi-dios, su madre había muerto, casi parecido a lo que le paso a mamá. Siempre tratábamos de apoyarnos la una a la otra en momentos difíciles, porque al igual que ella, nunca habíamos apreciado, ni contado mucho a lo largo de nuestras vidas con mi padre. Más reconocido con los nombres de "el dios del amor o Cupido”.

Sinceramente no me parecía lógico que él fuera el dios del amor, él no conocía el amor y no estaba interesado en conocerlo, mi madre me contó que cuando se había conocido con mi padre, pensaba que era un dios diferente, pero no.

Era igual a todos, ignorantes con respecto al amor, por eso admiro a algunos humanos que dan su vida por amor, es tan extraño para mi pensar , que si yo amara a alguien y fuera mortal, ¿Estaría dispuesta a dar la vida por ese alguien?, no lo sé , tal vez si ¿hasta dónde me arrastraría  el amor?, ¿tendría la posibilidad de conocer el amor verdadero? Ojalá.

Rabel llevaba un caramelo en sus manos, que por reflexionar sobre mi rareza, no había notado de donde ella había conseguido aquel caramelo tan tentativo, que hasta el empaque pedía a gritos, ¡HEY, CÓMEME SOY DELICIOSO!...

No pude retener el ruido de mi estómago, Vicu ni siquiera me había dejado llegar hasta la hora  del almuerzo que sería en este mismo instante, mi estómago estaba remplazando la campana que siempre anunciaba la hora del almuerzo, pero la diferencia era que tenía un sonido aterrador, era como una jungla con rugidos de tigres mezclados con sonidos de ¿Monstruos  , dinosaurios?.

 Exactamente no estaba segura de que sonidos eran  , de lo único que estaba segura era que en ese momento mi hambre era tan grande que empezaría a alucinar que todos eran comida gigante, que pedían ser devorados, y lo peor es que no era cualquier comida , era " mi comida FAVORITA ", pero también estaba segura  que si no moría por alucinar que todos eran comida.  

Moriría por la mezcla de sonidos extraños e insoportables, en mi interior, ya que esos ruidos iban seguidos por unas punzadas muy fuertes en mi estómago, que lentamente me estaban torturando con el dolor,  tenía unas inmensas ganas de gritar - ¡Tengo hambre! –

 Y así lo había hecho en el mismo momento, en que lo había pensado, lo había gritado, llamando la atención de Rabel, quien me sonrió ante mi espantoso y desesperado grito -Toma, esto te calmara el hambre - me sonrió nuevamente, ofreciéndome , una vaso pequeño que destilaba humo , con un plato no tan grande y dos panes alrededor , con una apariencia deliciosa.

Sin retener más mis impulsos tome el plato y lo puse en mis piernas, mientras disfrutaba de la mezcla del humo de la bebida en el vaso con  el olor de ese pan que se veía tan tentativo, simplemente esto era perfecto para mi estómago hambriento y desesperante. 

Totalmente  concentrada  tratando de calmar y por fin vencer el hambre , no me había percatado que Vicu había llegado y se encontraba hablando muy seriamente con Rabel , o bueno eso era lo que mostraban los gestos en sus rostros.

Vicu dejó de hablar con Rabel, avanzando en mi dirección, en sus ojos se reflejaba lo indeciso que estaba, era como si me quisiera decir algo pero no sabía si era correcto o no, cada vez el estaba mas y mas cerca.

Eso me daba tiempo para llenarme de fuerza y afrontar lo que sea que él quería decirme. Pero de repente sentí como mis párpados pesaban toneladas, obligándome a hacer demasiado esfuerzo para mantener mis ojos abiertos.

Cuando por fin Vicu termino su discusión interna, me observo por unos minutos, formando un silencio entre miradas, para  que en  pocos segundos rompiera  aquel silencio- Thais, te tengo que decir algo.... muy importante - yo quería escuchar lo que tenía que decir pero se me hacía muy difícil mantener mis ojos bien abiertos y estar atenta, parpadee varias veces logrando así quitarle un poco de peso a mis párpados.

- ¿recuerdas  el dije, que tu madre te dejo? - asentí para que lo dijera rápido y no me perdiera de nada de lo que estaba por decir - bueno, me imagino que tienes muy en claro , que tu madre era la diosa del destino.. - parecía que de verdad estaba nervioso, y no muy seguro de lo que iba a decir- en fin , traduje lo que decía en el dije y pienso que tu madre, la escribió para que sepas sobre tu destino -.

Nuevamente asentí con intriga sobre lo que mi madre había escrito sobre mi destino - aquí esta, la traducción- me paso un papel, algo arrugado con algunas palabras escritas en el, lo alise con la mano para leer mejor. Cuando se podía distinguir mejor las palabras, comencé a leer.

 Thais 

"Cuando el último rayo de luz lleno de esperanza, toqué la flor más bella y preciada de aquel jardín inalcanzable, entenderá porque la luna  acompaña la noche brillando con la luz del sol.”

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