Carta 1

62 5 0
                                    

Hola Elian, he aquí tu hermana gafa, tu amiga, ¿no?, ¿nada?

Bueno, no importa, como sabrás me cambie de instituto, no por tu culpa, solo no me sentía cómoda en ese zoológico sin mi gafa hermano.

También me mude, ahora vivo del otro lado de la ciudad, recuerda no lo he hecho por ti lo que pasa es que no es cómodo escucharte llegar a tu casa a altas horas de la noche ebrio.

No sé qué te ha hecho cambiar, antes éramos inseparables, tú me ayudaste a adaptarme a la gran ciudad y yo te enseñaba español.

Recuerdas cuando llegue, éramos muy pequeños, quizás teníamos unos 5 o 6 años, yo era la rara de la calle y tu el rebelde, yo libros y tu películas, yo verduras y tu frituras, siempre era así, tú eras el cool y yo la rara, pero no nos molestaba, más bien nos agradaba, lo tomábamos como un complemento tú eras la sal y yo la pimienta, ya sabes a todos les gusta la sal y no a todos la pimienta.

Normalmente era la nueva en todas partes ya que regularmente me estaba mudando, así que ya me era normal, siempre prefería no hacer amigos ya sabes para no tener que despedirme, normalmente mis "conocidos" eran cambiados cada 2 o 3 años y para mí era normal, lo único que llego a cambiar la primera vez fue el idioma pero te acostumbras.

Recuerdo muy bien esos ojos azules que se negaban a prestarme sus legos y terminaron dándome más que eso, me prestaron su tiempo y su confianza, sus alegrías y sus contrariedades, me acompañaron en mis mejores y peores momentos y siempre estuvieron acompañados de una sonrisa que no se iba por nada, pero no todo dura para siempre, eso ojos ya no eran los que me defendían si no que yo me tenía que defender de ellos.

Un día llegaste a tu casa, estabas borracho, gritabas y llorabas, te lamentabas, me dolía escucharte así, logre convencer a mis padres de mudarnos con la excusa de que el tráfico me dificultaba llegar a tiempo al colegio y que por eso tenía tantos retardos obvio no era el caso, faltaba a la primera clase porque iba por helado :9

Por cierto, la otra vez te vi en un bar, estabas con un grupo de chicos, te veías feliz, ese día probé por primera vez el alcohol, ¡Dios ¿Por qué te gusta tanto?! Sabe todo amargo y sabe muy mal caliente, te lo juro casi vomito.

En fin, te veo pronto.

Con amor, tu hermana gafa.


Hermanos gafaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora