Melodía

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Hyde

¿Qué soy yo?

Soy el que no quería dejar ir tu mano.

Soy el yo que quería protegerte.

Soy el yo que quería proteger las cosas que tú querías proteger.

Soy el hombre que quería decir, que te amo.

Pasará lo que pasara, no debí soltar tu mano.

Lo que yo quería, lo que tú querías, debí haber recogido esos ideales.

Esas fueron mis palabras mientras escuchaba "Por Elisa", mientras lo veía a él, tocando las teclas del piano de manera magistral. Porque me mostro lo débil que fui, el vio a través de las excusas que me puse.

Mi amada Ophelia si tan solo hubiera imaginado aquel futuro, si tan solo hubiera tomado valor. Porque no imagine ese futuro juntos.

Después Ophelia empecé a escoger a mis eve de acuerdo a sus habilidades pero estos no duraban mucho, se volvían aburridos o mediocres. El talento que poseían era considerado arriba de lo ordinario pero ciertamente simplemente eran humanos que en poco tiempo eran olvidados. Nadie los recordaría. Eran meros actores secundarios. Desde la primera vez que lo escuche tocar el piano, algo en mí se removió, no entendía que era pero era alguien diferente a todos los eve que había tenido.

No niego mi sorpresa, menos cuando por breves segundos pude notar unas enorme y brillantes alas, aquello era ilógico, pero sus habilidades eran excepcionales, y ciertamente las melodías que tocaba lograban conmover al público.

Mi sorpresa no pudo ser mayor al darme cuenta que no era igual a los que conocí, los otros vivían regodeándose en la fama, atraídos por la ambición. Pero él aunque con sus pensamientos de ser celestial, se esforzaba. Notaba como las palabras "genio" "prodigio" o "talento" lo molestaban porque esas personas no entendían que él se esforzaba y daba todo de sí, mientras imaginaba.

También era alguien fuerte, no importaba las heridas, siempre estaba dispuesto a pelear, y a enfrentarse a aquellos que osaran en interponerse en su camino. En verdad era alguien magnifico.

Ahora me encuentro entre las sombras mirándolo mientras el toca esa melodía, el dolor que me invadía al recordarte mi querida Ophelia se va desvaneciendo, solo queda la nostalgia y la suave sensación agridulce del "hubiera". Sonrió de manera irónica porque de cierta manera se vuelve a repetir la historia.

Me enamore de alguien inalcanzable. Como diría mi hermano esto es una molestia, después de ella no creí capaz de enamorarme de otra persona pero aun así no despego mi vista de él. Me enamore de un hermoso y violento ángel.

Un ángel que es capaz de hacer realidad lo que se imagina, no puedo negar que de no haber sido por él, seguiría sumido en el dolor y la culpa. Atrapado en esos recuerdos. Dime Licht que es lo que piensas mientras deleitas a todas esas personas.

Dime si como en esa ocasión puedes ver a través de mí, dime si has visto lo que estos ojos y estos labios intentan pronunciar. Porque como en aquella ocasión imagino.

Soy el que no deja ir tu mano.

Soy el que quiere protegerte.

Soy el que quiere proteger las cosas que tú quieres proteger.

Soy el hombre que quiere decirte te amo.

Pase lo que pase, no quiero soltar tu mano.

Lo que yo quiero, lo que tú quieres, debo tener esos ideales.

Imagino cada detalle, porque eh tomado la decisión de avanzar con eso en mente. No me retractare, no temeré, no me arrepentiré. Porque estoy seguro que si lo imagino y me esfuerzo podre lograr aquello que deseo.

-¿Qué tanto miras rata estúpida? – noto su ceño fruncido, no me di cuenta que ya todo había terminado.

-No importa cuántas veces lo escuche, sigo sorprendiéndome con las maravillosas e inigualables melodías de Lich-tan.- digo con una sonrisa, porque incluso si él no ha notado estos sentimientos, no significa que no se los diré.

-Es porque soy un ángel.- respondió mientras hacia una de sus poses.

-Lich-tan es el mejor.- conteste con una gran sonrisa.

-Tch.- paso a mi lado, cosa que me sorprendió, esperaba que al menos me atacara como solía hacerlo.

-Veo que estas imaginando.- menciono sin voltear a verme, no respondí pero estaba sorprendido. – Sigue así, y muy pronto aquello que deseas se volverá realidad.

Lo vi alejarse, pero no pude reprimir mi sonrisa. Quizás mi amado ángel no ha notado lo que estos ojos y estos labios desean pronunciar, y por ahora eso está bien para mí. Pero espero que llegue el día en el que pueda caminar a tu lado. Mientras imagino esa vida llena de felicidad.

ResplandorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora