La Chica De La Ventana (Jelsa) Completa

10. Su sonrisa

—Mañana viernes en mi casa –dice Elsa.

—No tú ven a la mía –repuso Jack.

—Esta bien -"eso es Elsa, eres muy difícil de convencer" pensó la platinada con sarcasmo -¿A qué hora?

—A la hora de la comida para que no este nadie que nos interrumpa –respondió el chico.

«Maldicion» pensó Elsa.

¿Por qué acepto? No resistía estar cerca de Jack y no podía hacer algo al respecto ¿por qué, por qué?

—Esta bien –trato de sonreír.

—Genial eres la mejor –la abrazo de sorpresa, Elsa no supo que hacer.

—Y dime... ¿cómo va lo de tus padres?

Jack le contó a Elsa cómo iba lo de sus padres pero la verdad es que la platinada no prestó atención, se volvía loca, loca... Lo único que pensaba fue en las últimas palabras que dijo Jack minuto antes.

"A la hora de la comida cuando no este nadie que nos interrumpa"

¿Interrumpir? Si sólo van a estudiar... Aunque ella deseaba que pasará más. Su cerebro empezó a realizar imágenes, imágenes de ella y Jack, sintió que el corazón se le salía "maldición" ¿cómo existe un chico tan encantador y perfecto en el mundo? ... recordó cuando lo besó, se le erizó la piel. El recuerdo de Jack y ese beso la hacia vibrar  a pesar de que desde esa ocasión no habían tocado el tema, aún así Elsa esperaba que el día de mañana Dios se apiadara de ella e hiciera el milagro para que Jack se enamorara de ella, pero sabia que ningún milagro podría ayudarla.

—¿Te encuentras bien? -pregunto Jack.

—Si... si ¿por qué preguntas? –salió de su trance.

—Creo que no me pusiste nada de atención cuando te conté lo de mis padres.

—Lo siento, lo siento –se disculpó completamente apenada –es que no me siento bien -mintió.

—¿Te duele algo? Puedo ayudarte -dijo el albino con preocupación.

—No... no puedes, ni tu ni nadie pueden ayudarme –sin más que decir y con el corazón comprimiéndose se fue de ese lugar dejando a Jack confundido.

....

Llegó el día esperado por Elsa,  el día en el que iría a casa de Jack a estudiar anatomía, ¿Estudiar o practicar? pensaba Elsa. —A mí me gustaría más practicarla, dicen que la práctica hace al maestro y eso sería perfecto... ¿Qué mie**as dices Elsa?... Estas loca, el es Jack y debes sacártelo de la cabeza, además algún defecto ha de tener, tal vez... tal vez lo tiene pequeño. —Se decía así misma.

Que tonterías, he mirado miles de veces ese bulto cuando anda en boxers y no parece nada pequeño... maldición. Lo ha de tener enorme y ah de hacer tan rico el amor. -se mordía los labios
—Ya Elsa ... deja de ser tan asquerosa ¿por qué siempre tienes que pensar lo peor? ¿por qué, por qué?

Se dirigió a casa de Jack, quien la esperaba con un poco de música puesta...

Cuando Elsa tocó el timbre Jack no lo escuchaba y siguió bailando y cantando la canción que se reproducía en el aparato, Elsa abrió la puerta y lo encontró bailando graciosamente, no pudo evitar soltar unas pequeñas risas, Jack la escuchó y notó su presencia, fue cuando voltea un poco avergonzado y apaga la música.

—No te burles de como canto o bailo –jugueteo un poco con sus manos.

—No me burlo, sólo que no pensé que pudieras bailar tan... Tan...

—Feo, lo sé –dijo el albino, se sentó en el sofá y se tapó el rostro.

—Claro que no, yo no dije eso –se sentó al lado de él –de hecho me gustaría que me enseñarás –dijo tímida –yo no sé bailar.

—Muy bien –se levantó, puso música en el reproductor y levantó a Elsa tomándola de las manos –tienes que moverte al compás de la música...

—Jack, ahora no, ahora venimos a estudiar –dijo Elsa entre risas.

Jack paró en seco y volvió hacia el aparato reproductor apagando la música.

—Cierto, ya ni recordaba –se rasco la cabeza.

—En quien estarás pensando –dijo Elsa sentándose de nuevo y tomando los libros.

—No en quien tú piensas, ya no pienso en Thoot - sonrió Jack y le acarició el cabello a la platinada.

Empezaron a estudiar, empezaron a ojear los libros. Hablaron sobre los huesos que conforman el cuerpo y Jack hacia su mejor esfuerzo para poner atención y aprenderse la mayoría de los tipos que había. Mientras Elsa explicaba Jack no le quitaba la mirada de encima, miraba cada rasgo de ella, lo que le gustaba más era su nariz respingada, le deba un toque elegante a su rostro y eso le encantaba, también cuando Jack no la observaba Elsa lo miraba con cada detalle, le encantaba que su cabello cayera un poco en su rostro y cuando sonreía... En verdad amaba su sonrisa.

Ninguno sabia lo que pasaba en la mente del otro; sólo miraban a un ser conocido pero a la vez extraño al que quisieran sacarle todos sus secretos.