An Unexpected Visit... ~JB~

Capítulo 36- Hi, I'm...

NARRADO POR DIANA

Los nervios aumentaron en cuanto terminé de vestirme y maquillarme.

Ni muy mudada, ni muy maquillada, lo justo.

Justin notó mi nerviosismo, y se acercó a mí, sujetándome de la cintura, y me susurró:

- Tranquila, no es una entrevista de trabajo...- dijo con una sonrisa burlesca-

- Lo sé... Pero tu padre me ha dado todo esto sin ni siquiera conocerme- dije todavía más nerviosa- ¿Y si no soy de su agrado?- dije con una mueca-

- ¡Como no vas a ser de su agrado!- dijo riendo- ¡Él va a quererte como si fueses de la família!- dijo intentándome reconfortarme-

- Justin, no quiero defraudar a nadie más... Ya lo hice con mis padres...- dije recordando ese mal momento-

- Eh, mírame- dijo agarrándome por los hombros y mirándome fijamente- No debes preocuparte. No se que debes estar imaginándote, pero mi padre es la última persona que te criticaría por algo. No he conocido a tus padres, pero por lo que sé, mi padre es todo lo contrario. No tengas miedo, yo estaré allí, contigo- dijo besándome dulcemente-

Me separé de él, y sonreí.

Con solo decirme eso, mi cuerpo se relajó.

- ¿Preparada?- me dijo agarrándome la mano-

Asentí.

Unos minutos antes de que nos fuésemos, Aaron llegó a nuestro nuevo apartamento, y después de despedirse de Beth y de él, salimos en dirección al restaurante donde habíamos quedado.

[...]

Llegamos al lugar y rápidamente nos dieron mesa.

El padre de Justin todavía no había llegado.

Ahora era mi compañero quién no paraba de moverse incómodo.

- ¿Qué ocurre?- pregunté agarrándole de la mano-

- Digamos que mi padre no es muy puntual... No quiero que te de una mala impresión- dijo mirando repetidamente hacia la entrada-

- No tienes porque agobiarte con eso...- dije acariciándole del dorso- Recuerda que eras tú el que me consolaba antes- dije con una sonrisa-

Sonrió, pero a continuación dijo:

- Es un desastre...- contestó suspirando y pasándose las manos por el pelo-

- Tranquilo...- dije para consolarlo-

[...]

Pasaron 45 minutos desde que Justin y yo llegamos, y el vino negro que había pedido Justin para pasar el tiempo, ya estaba llegando a su fin.

Él estaba de los nervios.

Yo me quedé mirando como una pareja de enamorados disfrutaba de su cena.

¿Eso eramos Justin y yo? ¿Dos jóvenes enamorados?

Iba a preguntar, cuando de repente Justin soltó un "Por fin" que solo pude escuchar yo.

Alcé la vista, y me encontré con un hombre entrando por la puerta.

Iba vestido informal; unos vaqueros junto una camiseta blanca, y encima una camisa de cuadros roja, unas botas marrones, y para terminar una gorra de béisbol de los Dodgers.

Tenía el cuerpo de un típico cuarentón a quién la vida le había tratado mal. Estaba segura que en sus años de juventud, había sido un chico atractivo como Justin, pero ahora llevaba las pintas del primero tío que te encuentras en el bar.

En definitiva, no parecía el hombre que nos había regalado el inmenso piso.

Nada más vernos, nos sonrió con una sonrisa bobalicona.

Tenía cara de buena persona, pero como ya había dicho antes Justin: era un desastre.

Nos levantamos los dos para saludar al nuevo invitado.

Primero se dio un cálido abrazo con su hijo, quién le dijo algo no muy amistoso en la oreja, y después me sonrió con cariño, al igual que yo a él.

Después de darle dos besos, empecé a presentarme, pero me interrumpió antes de que dijese mi nombre:

- Hola, yo soy...

- Diana. Lo sé- dijo sin dejar de sonreír- Justin me ha hablado mucho de ti...

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-Sharia-