Capitulo 13 Elevy

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Se veía tan tierna sonrojándose de sus mejillas, hace uno minutos parecía un gatito completamente indefenso, ahora se veía incluso más joven, su sonrisa hacia destacar sus ojos color avellana en su cara blanca como una bonita nube, su sonrisa era perfecta, de esas sonrisas que te hacen sonreír a ti cada vez que vez una.

-Normalmente no- logro decir con mucho esfuerzo-solo es que estoy nerviosa, tienes razón, yo no soy así quise comenzar de nuevo, pero como puedes ver, soy un desastre en esto

-No significa que no puedas vivir normalmente, sabes, en mi juventud quise intentar viví una vida más o menos así ya sabes, sin que nadie te dijera que hacer, ni que tus padres te digan a qué hora debes llegar a casa y todo eso...

No tengo idea, porque comencé a decirle eso, seguía siendo una extraña, alguien con que se suponía que solo vería una vez, y nada más, pero por alguna razón ,me encontraba deteniendo el asesor solo para poder contarle mi vida personal, se oye más loco cuando lo piensas que cuando lo haces...

-mira nena, no puedo decir que te puedo ayudar en eso, mi vida normalmente ni siquiera traigo una chica a mi apartamento, ni siquiera a mi edificio...

Sus ojos se abrieron como enromes almejas, eran muy grandes, ese es un rasgo bastante particular, leí que las personas de grandes ojos eran más fáciles de leer sus estados anímicos

-Todo esto...es tuyo?
Ok esa fue una pregunta algo incomoda

-SIP

-eres de esos hijos mimados de padres millonarios que sus padres los envían a una gran ciudad solo para mantenerlos lejos de las hijas de las mucamas?

Esa fue aún más incómoda.

-No Ari...

Mierda, el *Ari* se escucha demasiado cariñoso, no quiero que piense que soy un chico del que ella se puede enamorar, no lo soy, ni siquiera estoy a su alcance...

Si Jake, sigue diciéndotelo para poder creértelo...

-... es más bien...*suspiro* mis padres fueron unos misioneros corruptos, fingían hacer cruzadas por diferentes países para la ***red de congregaciones más famosas*** que al fin y al cabo era una red bastante corrupta, llena de víboras y estafadores que se aprovechaban de las bunas intenciones de otras personas, y la necesidad de otras por llenar sus vidas con religión.

Odio tener este dinero, por eso trato de vivir mi vida como lo haría cualquier persona, no digo que no lo use, eso sería sonar hipócrita, pero trato de que las personas normalmente no conozcan esa parte de mi historia.

Ahora mis padres están en prisión con cargos por extorsión, robo y desvió de fondos, una enorme cantidad ya estaba depositado en enormes cuentas a nombre de mi hermano y mío, ese dinero no lo pudieron retirar, puesto que no se comprobó que también fuera parte de la gran estafa, ellos ya tenían dinero, no tenían necesidad de hacerlo, pero por alguna razón, el dinero te hace querer tener más y más sin importar lo que tengas que hacer para tenerlo...

-sus ojos denotaban gran asombro, yo no podía dejar de sentirme culpable, no debería de estar abriéndome tanto con alguien, le estaba entregando algo que solo era mío con nadie más lo había compartido.

-Mira-comencé a decir, quería salir de esta atmosfera tan sentimental- te quiero volver a ver, salgamos un día te parece el viernes?

-No creo, recuerdas que no debemos seguir saliendo después de la primera cita....

-Técnicamente esto no cuenta como cita Ari

Mierda, ahí estaba de nuevo el Ari

-pero no puedes acompañarme hasta a la salida como los caballeros, haremos como que este día no paso.

- por mi está bien, cuando llegues a la recepción, pídele a Sara que llame un taxi del directorio, deja tu dirección con ella para enviar tus cosas del Gimnasio y tu número de teléfono para llamarte por nuestra cita.

-me parece bien, pero no dejare mi dirección, ose que tipo de violador eres y no quiero que me asechen por las noches.

Una sonrisa pícara aprecio de un solo lado de su cara, eso era tan tierno.

Cuando el elevador comenzó a bajar nuevamente, el ambiente estaba menos tenso, era más fácil todo esto.

-será hasta entonces, dije

-hasta entonces...

-Jake, Jake Silverlight

-Hasta entonces Jake...

No podía dejar que se fuera de esa forma, sería extraño no creen.

Una corriente magnética me halo hacia ella, no podía irme sin un beso, uno que valiera la pena, la tome de la cintura y uní mis labios con los de ella, era un beso ilusionado, lleno de esperanza, un beso tierno, al principio creo que la tome por sorpresa, pero cuando tomo el ritmo paso de tierno a voraz, sus labio querían más, su cuerpo quería más, mi cuerpo estaba dispuesto a darse, los pulmones empezaron a llenarse de aire, los corazones a palpitar más rápidamente, nuestra respiración se cortaba, su pecho unido al mío, sus brazos acariciando mi espalda, mis manos alrededor de su cintura, como si ese momento solo existiéramos ella y yo en este mundo.

Un beso, que me hizo olvidar todo el frio plan que había trazado, era algo que me desmoronaba, y si esta chica era especial?

Las puertas del asesor se abrieron de golpe, olvide que ya había presionado el botón de recepción y nos encontrábamos en la entrada, no había nadie esperando el elevador por lo que fue un alivio, ella se separó y reacomodo su ropa, y aproveche para normalizar mi aliento...

-hasta entonces Jake...

Dijo y solamente vi su espalda salir del elevador...

MistiqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora