Pasaron meses,
que me parecieron años.Me sentía como un árbol sin raíces,
un río sin corriente,
como universo sin estrellas.La agonía se hacía parte de mi.
La muerte me inspiraba como al lobo inspira la liebre.Un día cálido y soleado me parecía un día lluvioso y frío.
Hasta que llegó ella
y exploté...Ella provoca mis días soleados,
mis ganas de querer besarla y abrazarla,mis ganas de regalarle todas las flores que encuentre en el camino.Ella hace que sienta dragones en mi estómago,
hace que vea todo de una manera tan... hermosa.Ella me hace sentir viva...
hace que la ame a muerte.
Y no lo niego,
mataría y luego moriría por ella. Porque solo quiero que sea feliz.Es la hermosa rosa que atrajo a la abeja con su dulce olor.
Es la luna que ama al sol sin su condición.
Es ese universo que se llenó de millones de estrellas y planetas.Y ahora,
lo único que quiero es estar a su lado.
Solía decir que era mejor morir antes de tener que pasar por malos momentos,
pero por tí me lo pensaría dos veces.Y diciendo esto me di cuenta, que volví a vivir.
Volví a sentir el aire entrando por mis pulmones inflándolos y después expulsandolo. Volví a sentir la arena en mis pies mientras camino en una playa solitaria. Volví a sentir esa adrenalina cuando corres sin parar salvándote de esa depresión que tanto te estuvo ahogando y no te dejaba vivir. Volví a sentir, sus hermosos labios besándome. Los volví a sentir.
Y me sentí viva, otra vez.