"No eres fácil de amar" dije y luego beso mis labios "¿Por qué todo contigo es complicado?" Susurre.
"Es porque cuando esta yendo bien, tú lo arruinas" beso mi cuello.
"Genial" sonreí mientras me echaba la culpa.
Tuvimos una fuerte discusión, y qué ha pasado? Termine con labio roto y dos jarrones en el suelo los cuales debo recoger.
Recogí todo y lo tire a la basura.
Fui al baño y me limpie la boca, camine hasta la cama y cogí una de las almohadas para poder dormir en el sofá.
"¿A dónde vas?" Tomo mi mano.
"A dormir, trabajo en la mañana" dije acercándome a la puerta.
Se levanto de la cama y corrió hasta la puerta.
"No Camz" me acorralo por la puerta "Quedate" me dio un corto beso "No me dejes" su frente estaba sobre la mía.
"Por favor, no hagas eso" suplique.
"Y tu no te vayas, por favor" beso mi cuello y asentí, camine con ella hasta la cama.
"Lauren...." susurre, hace tiempo había dejado de llamarla Lolo, por más que la amara.
"¿Si, Camz?" Se giro y quedo frente a mi.
"Hoy fue la última" dije y cerré los ojos.
Fue el sonido de su celular que hizo que volviera a abrir los ojos, la vi levantarse de la cama e irse fuera de la habitación para hablar.
Me levante de la cama y la seguí, estaba sentada en el sofá hablando.
"Mañana te veo bebé" la escuche decir y sentí que se me paralizaba todo el cuerpo y me sentí mareada "¿Desde hace cuanto estás ahí?" Pregunto Lauren.
Lo siguiente que vi fue que se estaba sobando la mejilla, le había dado una bofetada y una muy fuerte intento acercarse pero la empuje.
"Camz...." trato de decir pero subí a la habitación, no tuve tiempo de ponerle el pestillo pero si de correr al baño y ponerle el seguro "ABRE LA PUERTA CAMILA" sonó el primer golpe "CAMILA" gritó y me tape los oídos para dejar de escucharla pero aún así su voz llegaban a mis oídos.
Mire como la puerta se movía a causa de los fuertes golpes que estaba dando, cada vez iban aumentando, hasta que finalmente se abrió.
-
LaurenEntre y vi a Camila cerca del lavadero camine hasta ella y la saque del baño.
De nuevo a lo mismo.
Jure y me repetí que nunca haría nada para lastimarla pero aquí estábamos de nuevo, discutiendo.
Me empujaba tratando de salir de mi agarre, la sacudí para que se calmara.
La solté tratando de controlarme, la próxima debería de tener más autocontrol pero estoy mintiendo porque se que no puedo hacerlo.
Cuando me gire para poder buscarla, la vi.
Estaba recogiendo su maleta.