Capítulo Unico

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La pequeña niña, aunque a decir verdad ya no tan pequeña, se encontraba corriendo entre el largo pasto mientras su largo cabello revoloteaba entre el viento.

Sus amigos la veían alejarse mientras se preguntaban cuando fue que la niña que les había sido entregada para cuidar había crecido tanto.

Hacia ya varios años que el hermano del medio demonio había dejado aquí a la niña, después de que casi muere por su culpa no podía dejar que eso se repitiera; además, la anciana Kaede decía que Rin necesitaba convivir con más humanos.

Por su parte, Kagome estaba preocupada ¿Rin se quedaria con ellos? ¿Se iría con Sesshomaru? La decisión que ella tomara no le importaba si la chica era feliz, sonrió y regreso a la pequeña casa de compartía con Inuyasha

Mientras, cerca del Claro, una Rin de casi 17 años miraba atentamente y cuidaba de las gemelas de la ex- exterminadora y el monje, ellas corrían y recogían plantas medicinales y flores, la anciana Kaede se los había pedido como favor y Rin se había ofrecido a cuidar de ellas.

Tenia mucho que pensarlo, el día se acababa y mañana por la mañana Sesshomaru estaría en la Aldea para escuchar la decisión que la chica había tomado.

La decisión que tomara mañana definiría toda su vida, ya no era una niña de diez años, era capaz de tomar sus propias decisiones.

Y ella ya había tomado la suya.

Espero a que las niñas la llamaran para poder ir a Aldea y dejarlas con su madre, ella le entregaría mas tarde las plantas a la anciana o a la sacerdotisa.

Se sentó encima de una roca y miro el sol esconderse.

Kagome, Inuyasha, Sango, Miroku, la anciana Kaede, todos ellos la habían acogido como si fuese una hija y se los iba a agradecer toda la vida. Ahora todo esta claro y mañana, cuando el Señor Sesshomaru se presentara todo estaría listo.

Se metió dentro de la casa, y se acomodo en su futón para dormir.

Mientras tanto...

Las orejas del híbrido se movieron involuntariamente de forma muy tierna y la sacerdotisa sonrió. Había tenido mareos por el embarazo y ya no podía dormir, Sango le había explicado todo esto, pero soportarlo era difícil.

Estaba apunto de amanecer, por lo que el cumpleaños de Rin seria hoy. Salió como pudo de la casa para visitar a la anciana Kaede y Rin.

Se encontró con la exterminadora en camino, venía acompañada de la gemelas, una de ellas tenia el kimono que Kagome y Sango habían hecho para Rin.

Kagome puso un dedo en sus labios, pidiendo silencio, las gemelas se taparon la boca con la manos, intentando no soltar risitas.

Las cuatro tocaron la puerta de la anciana Kaede y una somnolienta Rin abrió la puerta, cuando vio a la chicas sonrió de oreja a oreja y las abrazo.

Las niñas le dieron el kimono a Rin y le desearon un feliz cumpleaños antes de irse corriendo por orden de Sango de despertar a su padre.

Sango trataba de que la azabache le dijera su decisión, pero ella se negó a decir algo, diciendo que esperaría al Señor Sesshomaru.
La madre de las gemelas al fin se rindió y las tres esperaron la llegado del Youkai.

La sacerdotisa se movió, diciendo que la presencia de un demonio estaba cerca, Sango enseguida se posiciono para atacar, pero Kagome negó.

Sesshomaru había llegado.

Kagome abrió la puerta, Inuyasha y Miroku ya estaban fuera de la casa. Los hermanos se miraban a los ojos sin decir nada hasta que el hablo

"Vengo por Rin" Las palabra del demonio hicieron enojar al híbrido.

"¿Que te hace pensar que no se quedara con nosotros?"

Sesshomaru se había pregunto eso por muchos años, nada le aseguraba que Rin quisiera irse con el.

La había visto tan feliz cuando venia a visitarla, como si nunca se hubiesen separado.

Antes de que pudiese contestar la puerta se abrió de nuevo, dejando ver a Rin, su Rin.

Tenia el cabello más largo y se veía mas madura, pero seguía teniendo la misma sonrisa de siempre.

La chica se lanzo a los brazos del Youkai. Hace años, ver al Gran Sesshomaru abrazando a una humana (a alguien, en realidad) era una idea muy absurda, pero ahora era diferente,se trataba de Rin

***
Todos se encontraban con los ojos en Rin, esperando su respuesta.

Finalmente la chica los miro sonriente.

"Siempre les voy a estar agradecida. Me cuidaron y protegieron como si fuese su hija, me dejaron ser parte de su familia y no tengo palabras para decirles lo feliz que estoy por eso"

Todos esperaban.

"Pero he decidido ir con el Señor Sesshomaru"

El antes mencionado sonrió burlonamente a su medio hermano.

Inuyasha gruñó.

"Prometo que vendré de visita, no me perderé por nada el nacimiento del bebe de Kagome o del cumpleaños de los niños. Seguiremos siendo una familia"

Derrepente Rin se vio en vuelta en abrazos. Las chicas lagrimeaban un poco.

Inuyasha hizo promete a su hermano que cuidaría a Rin, la anciana Kaede le deseo felicidad y Miroku y Sango le dieron un abrazo y Kagome le dio un collar que Shippo hizo para ella pero no podía entregarle en persona por su entrenamiento.

Decirle adiós a toda esa felicidad no seria fácil, pero seria reemplazada por una más grande.

Una con su señor Sesshomaru.

Señor SesshomaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora