MI ÁNGEL. [Jikook/Kookmin] ONESHOT

MI ÁNGEL

¿Cómo es que ha sucedido todo? Para un humano como yo, pensar en lo que hemos vivido es una locura digna de un psiquiatra, sé que tú no lo comprendes, pues no entiendes como pensamos los humanos, pero si llegara a relatarle a alguien más lo sucedido, déjame decirte que tu amado terminaría seguramente en un manicomio.

Recuerdo cuando te vi por primera vez, para ese entonces ignoraba lo que eras. Jamás en mí no tan larga vida había sentido un golpe tan directo en mi corazón, ¿acaso el destino lo tenía preparado? Pues el lazo que se formó con tan solo conectar nuestras miradas fue irreal.

"un ser como tú no podía ser real", fue lo primero que mi mente pudo procesar después de aquel shock, "es como un ángel"... es como un ángel, la ironía de ese pensamiento sobre pasa los limites. Tu solo sonreíste, como si pudieras escucharme, y lo hiciste, pero no yo no sabía aquello; así que solo continúe con mi camino, al menos intentarlo, pues como seguir cuando mi vida recién había tomado un giro del que no podría regresar.

Sonrisas y miradas... ¿Qué es lo que más amo de ti? Tus ojos, los ojos más hermosos en todo el universo, aquellos que no dejan de cautivarme, ¿podría llegar a cansarme de obsérvalos? No lo creo posible, podría mirarlos día y noche sin comer o dormir. Jamás he visto aquel brillo en los ojos de alguien más, ¿te lo he dicho? Siempre que camino por las calles busco a otra persona que tenga aquella particular forma de brillar, pero fracaso en el intento. Como describir tu mirada si no "maravillosa", simple y llanamente, en toda la extensión de la palabra. Jamás me entiendes cuando te doy esta explicación, ¿pero cómo lo harías? Tú no los ves con los ojos de este estúpido enamorado, enamorado de la criatura más perfecta de la creación misma, con los ojos más maravillosos que vaya a ver en mi existencia.

Y ¿en dónde queda tu sonrisa? La única que podría compararse con tus hermosos ojos, aquella que transmite mil y un sentimientos, que podría salvarme del abismo que es la vida con una sola pequeña presencia de esta. Cuando se combina con tu mirada y se abre tanto que tus ojos se vuelven pequeñas líneas titilantes como estrellas y súper novas en medio de un hermoso y oscuro universo, iluminando hasta los más recónditos rincones de mi profunda alma. Solo el recuerdo de esta hace que en mi cuerpo se liberen miles de descargas eléctricas y me provoque la agradable sensación de un vacío en mi estómago que me embriaga en la más pura felicidad ¿es posible causarle tan maravillosa sensación a una persona? Porque lo que siento cuando estoy contigo no puede ser de este mundo.

Mi querido ángel ¿sabes cuál es mi más amado recuerdo ente tu y yo? Además de todas esas veces en que cantábamos juntos con todo el sentimientos de aquellas canciones que a ambos nos gustaban tanto, que en ocasiones no sabíamos ni la letra pero la improvisábamos sin importar cuan ridículos nos viéramos; o cuando solo dejabas sonar la música mientras comenzabas a sentirla con tu cuerpo, cada ritmo, cada compas, siguiéndola delicada pero armónicamente, como si fueras uno con ella, y uno con el aire. Te movías con tal gracia que el universo se paraba al alrededor, solo existías tú, tú y tus movimiento, tú y tu danza, y luego era un nosotros, nosotros y luego el mundo. Nunca fui ni será la mitad de bueno, pero lo intentaba, y más que pensar en el cómo me veía, era el cómo seguirte y volvernos un solo ente danzante, un ente por el resto de los tiempo.

También estaban todas aquellas ocasiones en que simplemente nos quedábamos hablando tontería mientras nuestras risas no paraban. cuando nuestra respiración comenzaban a tomar su ritmo normal, nos embelesábamos observando al otro, en mi caso, amaba como tus mejillas tomaban un pequeño color rosa después del esfuerzo provocado por una risa descontrolada, aunque la realidad fuera que este tono nunca dejaba de estar presente, y el cómo tu sonrisa no se desvanecía en minutos, llegue a preguntarme si esa era el significado de una sonrisa de lado a lado, pues casi parecía que querías desgarrar tus mejillas para poder sonreír mas ¿Qué te quedabas observando de mí en aquellos momentos?. No podía analizar bien aquella cuestión, pues a los segundos te tirabas encima de mí para abrazarme tan fuerte como se te era posible, como si quisieras que nuestros cuerpos se fusionaran en uno solo, y entre risas, me dijeras lo mucho que me amabas... aunque no lo creas, hay un momento que amo más que cualquiera de estos, pero tú ya te debes estar imaginando cual es.