Broken [Destiel AU].

1. Dean Winchester [Prefacio].

Dean Winchester tenía 27 años cuando su padre murió. La bebida, el insomnio, la depresión, su amiga la cebada y su compañero whisky habían acabado con el. Aunque quizás John Winchester no murió cuando Dean tenía 27 años, tal vez murió mucho antes.

Dos de noviembre de 1983, aquella noche en que el amor de su vida, Mary Winchester, murió en las llamas de un incendio. Un cortocircuito en los cables del techo, dijeron, aunque cuando John bebía más de la cuenta, lo cual era frecuente, hablaba de que alguien asesino a Mary y provocó el incendio.Trastorno post- traumático, dijeron los doctores.

Un pequeño Dean cargo a un bebé Sam hasta la puerta, y ya en el jardín espero a un John que no salía de la casa en llamas.

Los vecinos pronto salieron y los bomberos hicieron su aparición, pero John no salió. Los uniformados entraron a la casa y salieron llevándolo inconsciente a causa del humo, justo cuando el primer piso se venía abajo.

Dean no recuerda mucho de aquella noche, pero piensa que el haber perdido a mamá, se llevó una buena parte de la vida de su padre. La parte cariñosa, responsable y de buen padre, esa parte murió con Mary aquella noche.

Por supuesto, eso no pensaba Dean en aquel entonces. Aquella noche, sólo podía observar a Sam dormir profundamente en el cunero junto al sillón, en un cuarto de hospital con John en una camilla.

Incluso con sus arranques, su problema con la bebida, y su carácter volátil, Dean no culpaba a su padre por aquella vida. El sabía cuan roto estaba su padre.

Sammy no se enteró mucho de éstos episodios dramáticos y viscerales de John, y ciertamente quien lo crío toda su infancia y gran parte de su adolescencia fue, en su mayor parte, su hermano mayor Dean.

Habiendo John derrochado completamente los fondos de la universidad de ambos hermanos, Dean se vio obligado, al principio, a estudiar y trabajar al mismo tiempo. Sammy no se quedará sin escuela, pensaba Dean mientras tomaba trabajos nocturnos en tiendas de veinticuatro horas, como velador, o cualquier cosa que llevara de dinero a la casa. Y aunque Sam también se las arreglara para trabajar, el dinero hacía falta más y más, y Dean dejó la escuela para seguir trabajando.

"De todos modos no me gusta ir a la escuela, Sammy", le decía a su hermano con una sonrisa socarrona en el rostro, aunque no fuera del todo cierto.

Luego de años difíciles y duros, Sam tuvo la oportunidad de irse a Stanford a estudiar. Beca completa. Y aunque a Dean no le gustaba mucho la idea de la lejanía, aceptó con una sonrisa, porque eso le haría mucho mejor. Sammy ya no era un niño al que había que servirle la cena, calentarle la comida, llevarlo a la escuela, defenderlo de John cuando este se pasaba de copas...Su hermano había crecido, y tal como Dean siempre deseo, Sam había entrado a la universidad.

Entonces, cuando Dean Winchester tenía 27 años, John murió. Un derrame y ahí quedó todo. A pesar de como vivió, de las carencias que tenían, de los malos ratos y frías peleas, Dean sentía como un agujero crecía en su estómago. No podía decir si estaba triste, enojado, o resignado.

Era Dean Winchester una especie de bomba andante, una amalgama de emociones que tarde o temprano iban a estallar, y bien a lo lindo.

Los Winchester nunca fueron tan devotos como para ir todos los domingos a la iglesia, y ciertamente Dean tampoco era fan de ella. Diez mandamientos y esas mierdas. Porque si había algo que al mayor de los Winchester le gustaba era el sexo, la comida, no le importaba mentir y tener aventuras de incluso menos de una noche...Sin embargo, Sam había insistido en darle una despedida apropiada a su padre.

Dean no había entrado a la iglesia desde la muerte de Mary, y aquella primera vez, le había parecido un lugar lúgubre, triste y tenebroso. Ahora igualmente le parecía así, dándole escalofríos el tan sólo poner un pie ahí, y sin embargo allí estaba, en la banca de mero enfrente junto con Sam y su novia Jessica, en una pequeña iglesia de aquella ciudad.