Amnesia, Odio y Crimenes
Esta historia comienza en una pequeña cabaña justo en el borde del bosque de Steve Hill, rodeada de altos árboles que se alzan majestuosos con un sendero que conduce a un hermoso lago de agua cristalina, la cual refleja la luz del sol filtrada a través de las copas de los árboles.
Donde logras apreciar el sonido de la naturaleza, el aire atravesando las hojas de los árboles, el sonido de las aves y como corre el lago por su cause. Cada uno de estos sonidos envuelve el lugar en una atmósfera tranquila y serena.
Al interior de la cabaña en una habitación se encontraba una mujer dando a luz, en medio de sus esfuerzos, se podía escuchar gritos, una respiración entrelazada y con el sonido del pálpito de su corazón. Al lado se encontraba un hombre sosteniendo su mano con ternura y ofreciendo palabras de aliento. Poco a poco se logra apreciar el suave sonido de un pequeño llanto, así es el momento en el que llegue a este mundo, envuelta en el amor de mi mamá y mi papá.
- Mirala es tan hermosa y divina nuestra pequeña, Demián - Expresa mi madre con ánimo hacía mi padre - ella se encontraba recostada en la cama cubierta por una sábana y cargando a su frágil e indefensa pequeña.
- Es hermosa al igual que tú Susan - la mira con amor y ternura, besando suavemente su frente - Será una niña muy amada por nosotros ya lo verás.
El ambiente se ve interrumpido por el sonido de un timbre que causa cierto desconcierto y se torna un poco misterioso. Demián se dirige hacía la puerta y al abrirla se encuentra con una figura bastante conocida.
- ¡Áaron que gusto que estés aquí!, no vas a creerlo mi hija ya nació - alega con cierto entusiasmo a su mejor amigo - Adelante pásate y toma asiento, cerrando la puerta suavemente.
- Me da mucha alegría por ti amigo mío - Se sienta cómodamente en aquel sillón aterciopelado - Creí que tu hija nacería el siguiente mes como se tenía programado - cuestiona de forma amable -
- No fue necesario cumple dentro de los parámetros del embarazo, pero dime qué te trae por aquí viejo amigo - Se dirige hacía el sillón y toma asiento a su lado -
- Quería pasar a saludarles y a traerles un pequeño obsequio para mi sobrina - ríe suavemente entregándole una caja envuelta en un papel decorativo y un pequeño moño -
- No te hubieras molestado Áaron - sonríe mientras toma la caja - ¿te ofrezco algo de beber?, mientras voy a ver cómo se encuentra Susan - pregunta de manera amable -
- Descuida Demián ve con Susan y la saludas de mi parte, en fin yo ya sé en dónde se encuentran las cosas - ríe suavemente, mientras se dirige a la cocina - ve yo esperó aquí en la sala.
- dice mientras observa como su amigo se dirige a una de las habitaciones -- ¿Quién es cariño? - expresa dudosa - es Áaron amor vino a saludarnos y entregarnos un obsequio para la pequeña Andrea - se dirige hacía ella y le entrega la caja -
- Me da mucho gusto que Áaron nos visite, ya tenía meses que no venía por aquí desde que ustedes dos tuvieron ese conflicto.
- Ni lo menciones pensé que nos odiaría por siempre porque lo traicionamos de alguna forma - dice en un tono suave para no ser escuchado - está en la sala bebiendo un poco de agua, sólo vine para saber si necesitabas algo cariño.
- Descuida estoy, estamos muy bien de hecho, espero que Áaron se anime a entrar para ver a Andrea - menciona mientras sale de ella un pequeño bostezo -
De pronto se escucha como algo cae en la sala y Demián se dirige corriendo fuera de la habitación a ver qué sucedió.
- Disculpame Demián se resbaló de mi mano el vaso de agua, prometo compensarlo - recogiendo cada uno de los vidrios del vaso -
ESTÁS LEYENDO
¡NO SOY UNA PSICÓPATA!
Mystery / Thriller¡¡¡ADVERTENCIA!!! Esta historia puede contener vocabulario explícito, desagradable y repugnante, como contenido adulto, violación, drogas y sangre, se recomienda discreción.