Just one last dance.

La puerta de aquel estudio se cerró lentamente, la persona que salía de él soltó el pomo de la puerta tan lento, así como sus lágrimas bajaban. Y no era la única que lloraba, porque dentro se encontraba un muchacho, con el corazón igual de destrozado. La persona que había salido, era una joven, en sus veintes, una persona que solía ser alegre; hasta que ese día, el chico le dio una gran noticia.

"Chaerin, basta. No sigamos con esto, no nos hace bien. Yo... ya no te amo." Aquellas palabras sonaron tan frías y duras, que rompieron el corazón de la joven como si fueran una daga.

Pero era cierto, al parecer su relación no estaba yendo en buena dirección, los celos y las inseguridades se hacían presentes. Y también su trabajo llegaba a ser un impedimento.

No hubo una respuesta de parte de la chica, ella solo salió de aquel lugar antes de que el la viera débil y llorando. Pero él se encontraba de la misma forma, y continuamente las preguntas aparecían ¿Ya no te amo? ¿Ya no me amas? ¿Qué ocurrió? ¿Por qué terminamos así?

El joven de cabello castaño, no hizo más que lanzar un par de hojas con partituras al suelo por la frustración, y sin notarlo, las lágrimas también rodaron por sus mejillas. Y se hundió en un sentimiento de tristeza inimaginable.

Le escribió una canción, a base de sus pensamientos y pedazos de su corazón.

"Si no fuera demasiado tarde. ¿No podemos volver a estar juntos?"

Y así fue, como un corazón roto se convirtió en una canción, y luego en dos.

"Podremos tener nuestro último baile mientras escuchamos está canción. Recuerda este momento por siempre. Solo un último baile."

Y así fue, como ambos se resignaron a no estar juntos, tal vez no era su destino, tal vez no era su tiempo. Solo ellos sabrán que pasara en el futuro.