Lottus

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*Alonso*

Llegando a la casa la encontré vacía, no estaba ni siquiera el guardia, cosa que me pareció muy extraña
-Oye inútil -grite al aire esperando una respuesta pero nadie respondió
-Donde chingada madre se metió este tipo
Comencé a caminar hacia la celda con una breve esperanza de que en realidad siguiera Jos ahí pero al llegar el mas grande temor que había en mi corazón ¡Jos no estaba!, suena como una paradoja, una reverenda estupidez pero sentí claramente como mi corazón se fragmento en mil pedazos.
Corrí a casa y durante el camino llore como nunca y pensé ¿en que momento se escapo Jos y como se recuperó tan rápido para ir a la misma plaza o parque donde estaba Abraham? Al no tener nada claro decidí llamar a Alan.

*inicia llamada*
-Pollo necesito que me ayudes a entender algo -digo entre llantos
-¿Estas conduciendo? -
-Si, pero no importa
-Aparca en este mismo momento Alonso
-Si -respondo y suelto un chillido
-¿Donde estas y a donde vas?
-Vengo de la cabaña
-¿El vejestorio abandonado? -pregunta Abraham
-Si el vejestorio abandonado -grito al telefono
-¿Ya aparcaste? -pregunta Abraham
-Ya
-Ahora tranquilizate que iré por ti pero necesito que me digas donde estas exactamente
-en san Miguel ajusco
-¿Qué haces tan lejos?
-Te explico cuando llegues

*termina llamada*

Después de hablar con Alan me quede jn gran rato tratando de tranquilizar mis nervios y mi llanto porque en mi mente había una gran laguna, no recordaba nada, yo sentía que apenas acababa de ver a Jos un día antes.
Cuando por fin me tranquilice un poco abrí las puertecillas del carro y encontré unos cacahuates, los abrí y me los empecé a comer lentamente hasta estar tranquilo completamente, justo ahí fue cuando apareció Alan y su inseparable Abraham.
-¿Estas bien? -pregunto Alan y yo jo dije nada solo asentí con la cabeza
-Ve con el -dijo abraham mientras bajaba del lado del copiloto y se montaba en el lado del conductor
-¿Estas seguro? -le pregunte a Abraham
-Pues claro macho, si el que está mal eres tu no yo
-Ya casi -digo riéndome y comiendo un cacahuate mas
-¿Ya casi qué guey? -pregunta en tono retador
-Ya casi hablas como mexicano -digo
-Ya habló como mexicano -se defiende
-No, la verdad te falta más
-¿Cómo querés que te hable? -se encoge de hombros -Ya me voy guey me cuidas a ese cabrón o te doy una chinga, no mames si yo si llevo años aquí casado con un mexicano y me revienta la puta madre que me digas que aun no soy mexicano -dijo quedando sin aire
-Ajá -solté una risa que me liberó el 3%
-¿De que te ríes cabrón?
-Cada vez que dices una grosería
-En casa me educaron bien
-A mi también pero tienes que aprender a usar groserías, es parte de la vida -Me encogí de hombros -debo decir que en España son más groseros que aquí
-No mames en España ese es nuestro léxico aquí lo usan para ofender o para alburear
-Ya -dije y abraham se arranco mientras gritaba
-Yo también te quiero "hijo de puta" -imaginé su cara poniéndose roja y me reí otra vez -¿Que haces ahí? Montate en el coche -le dije a Alan
-ni creas que vas a manejar Alonso bajate y ve al lado del copiloto
-Pero si ya estoy bien
-No, súbete del otro lado

A regañadientes me cambie de lugar sin bajarme del coche, como un niño pequeño me pase por encima del asiento y cuando Alan comenzó a manejar encendí la música
-¿Qué pasa Alonso? -pregunto Alan y vi su cara de preocupación

"El Sustituto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora