III

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‹ POV NAMJOON ›

—Dos guardias a cada extremo en la puerta principal del hospital, tres en las demás puertas, un guardia en el ascensor del piso en el que está el príncipe, y dos más en la puerta de la habitación en dónde está el príncipe, ¿entendieron? —dije a mis hombres.

—¡Sí, señor! —respondieron y cada una fue a su puesto designado.

No creí que este día sería tan serio.

Los padres del príncipe vinieron hacia mí, casi corriendo. No sé si seguiré con vida.

—¿Qué dominios acaba de suceder? —preguntó la padre furiosa.

—Habla, Namjoon. —demandó el padre.

—Su majestad. —hice un reverencia antes de comenzar a explicarles los que había sucedido— Si me permite hablaré... —observé y me dieron una señal para que prosiguiera— Yo estaba haciendo mi trabajo, estaba vigilando al príncipe SeokJin mientras estaba en su clase de equitación, pero en un momento vi a unos revolucionarios desde una cima, con varias armas de francotirador y obviamente apuntando al príncipe. No pudimos retirarnos de allí corriendo, ya que había montes y sabía que allí también estarían varios de ellos, yo decidí llevarlo en caballo; ya que este era un medio más ''fiable''. Cuando comencé a subir la velocidad del caballo, unos de los francotiradores disparó al pobre caballo; el animal se cayó con el príncipe, este salió con un golpe en el tobillo, a parte él aterrizó al suelo y golpeó su nuca, y quedó inconsciente. Como usted me había dicho, su majestad, lo traje al hospital privado y rodeé toda el área con seguridad. —agaché un poco la cabeza— Disculpe, su majestad.

—¿Está vivo? —preguntó serio.

—Sí, lo está. —respondí— Si gustan, pueden entrar a verlo, creo que aún está inconsciente, per—

—Entraremos igual. —la mujer interrumpió, abrió la puerta y ambos entraron rápidamente al cuarto en dónde SeokJin estaba.

—Entra con nosotros, Namjoon. —ordenó y obedecí.

Entramos a la habitación y allí estaba SeokJin, acostado, con sus ojos cerrados, y tapado hasta la cintura con una pálida y delgada sábana. Su madre fue a abrazarlo y darle besos, mientras que su padre lo quedaba mirando.

—Cielo, es inútil. —habló el esposo de la mujer.

—Cállate. —contestó fríamente— Nadie te preguntó, Kim Hyuun III.

—¿Estás enojada?

—No.

Me parece que estoy en medio de una pelea matrimonial, me debo ir.

—Me retiraré, permiso. —hice una reverencia antes de agarrar la perilla de la puerta y girarla para salir de allí.

—Tú no te irás a ningún lado, caballero. —dijo la mujer y giré— Estarás aquí, de escolta y cuidando de mi bebé hasta que despierte, ¿entendido?

¿Debería obedecer a la esposa del Rey...?

—Haz lo que ella te ordena, Namjoon. —dijo e hice lo que me había ordenado la mujer.

—Sí, su majestad. —hice una reverencia mientras observaba como ambos se retiraban del cuarto.

Me acerqué hacia la gran ventana blanca que daba la luz, observé todo el paisaje, las calles y demás edificios que estaban alrededor, en silencio.

Oí los sonidos del hospital, es horrible estar en un hospital. Lo sé perfectamente.

En este mismo hospital había fallecido mi madre, recuerdo que durante todo un año la visitaba mientras ella estaba en coma, le hablaba, aún que sé que no me oía; recuerdo el momento preciso en el que despertó y casi lloré, en aquel momento que había perdido la memoria y luego poco a poco, de nuevo, de deterioraba aún más; se ponía peor y también, rememoré la charla tuvimos mi hermana y yo, la única familia que tengo ahora es mi hermana.

alteza real ; namjinWhere stories live. Discover now