Alas de un ángel

Willhemina:

Cuando te miras en el espejo y crees que nada cambiara...

Me levanté de la cama aun tallándome los ojos, el despertador no sonó, el sol se asomaba por la ventana. Sábado. Al fin.

Bajé las escaleras hasta llegar a la cocina. Llevaba un camisón blanco puesto, y encima una bata de color morado que llegaba hasta el suelo.

Miré a un lado y otro, no había señales de vida a mí alrededor. Sonreí, al fin lograría mi plan.

Abrí la nevera y saqué un cartón de leche, saqué de las alacenas un tazón y una cuchara. Abrí otra alacena, me tuve que parar sobre las puntas de los pies para poder alcanzar mi objetivo... Una caja de cereal de chocolate a medias.

Llené el tazón hasta arriba de cereal y terminé de preparar mi platillo agregándole la leche encima.

Me aplasté en uno de los sillones que estaban en la sala, en el más grande, en el que quedaba justo frente a la televisión. Me quedé viendo una película y comiendo el cereal, ahí acostada, como una solterona que vive con 15 gatos.

Unas manos me tomaron por los hombros y me hicieron pegar un grito, sacudiendo el plato que sostenía en la mano derecha.

-que cosas... Es la tercera vez que te asusto...

-Es tan injusto... Sé que odias esta clase de películas... ¡Me levante desde las ocho para verla!

-Mikey señaló el reloj que estaba en la pared

-son las nueve, hermanita... Me toca el sillón...

Me sonrió y le devolví la sonrisa, de una forma inocente.

-Pero... ¡Soy tu hermanita!

En realidad no, el y yo no éramos hermanos, sólo nos hacíamos decir así. Tanto él como yo éramos huérfanos. Yo no recordaba a mis padres y el nunca me había contado su historia ¿porqué? Quién sabe.

Mikey Ray Iero. Era mi mejor amigo, nos conocíamos desde que estábamos en secundaria. Era tres años mayor que yo, me lo habían presentado unas "amigas", entonces descubrí que era el mejor amigo que había podido tener...

Cuando cumplí 17 él y yo juntamos nuestros ahorros y conseguimos una casa (bastante grande) algo lejos de la ciudad, mejor, así no lidiaríamos con vecinos molestos.

Era una casa con una puerta bastante grande y tallada a la perfección de alguna madera preciosa. Paredes exteriores de ladrillo con amplias ventanas, todas con un pequeño balcón.

El vestíbulo era amplio con algunos muebles victorianos con un piso de caoba.

Cada quien tenía su propia habitación

La mía era una sencilla habitación de paredes blancas con posters de Green Day, Blur, y Gorrillaz, con un espejo de cuerpo entero y una cama, con estantes de libros y mis guitarras.

La suya era de un piso de roble tallado, con paredes negras, con varias guitarras colgando, un par de libreros repletos, y varios posters de Green Day y My Chemical Romance. Su amplia cama y una batería.

Una habitación de música con paredes anaranjadas, un piso de pino y guitarras por todas partes.

Una habitación de dibujo con varios comics en varios estantes. Cómodas con escuadras, reglas lápices y colores.

Bajo la casa una capa amplia de vinos.

La gran cocina con muebles de mármol.

Y tras la casa el gran jardín. Un camino largo con árboles de ambos lados del camino.