Efecto mariposa (Myungjong)

Capítulo 1

1.-

La boda había terminado hace una hora. Los novios se despidieron con una sonrisa en sus rostros y abordaron el auto blanco que les llevaría a su primera noche como matrimonio y después a su luna de miel.

Todo esto era un asco.

Acosté mi cabeza en la barra de aquel bar, sintiendo como el alcohol que ya había consumido no era suficiente como para ponerme feliz, ¿No se supone que por algo se llamaba la bebida de la felicidad? Una cerveza por favor.

-No te pareces al padrino de hace unas horas. – La silla de mi costado fue arrastrada y con ello uno de mis amigos se sentó a mi lado.

-Largo Woohyun, no estoy de buen humor.- Esta noche mi única meta era poder llegar a la cama de lo briago que me encontraba, que siendo sinceros si alcanzaba a llegar al basurero del bar ya sería demasiado logro.

-Nah, no me quieres lejos, menos así. – Permanecí mirándole fijamente mientras bebía la cerveza en su mano. Woohyun no era mal parecido, de hecho ahora que me quedaba mirándole fijamente podía darme cuenta de que era apuesto.

–No sé cómo es que Sungkyu no te da el si aún, te miras bastante atractivo. – En ese instante solté a reírme, Woohyun termino escupiendo su bebida de golpe como si algo le fuera sorpresivo. ¿Tanto afectara que le dijera que era atractivo? ¿O era acaso el hecho de que mencione a Sungkyu en el instante.

-Muy gracioso.- Se limpió con las servilletas. –Pero déjame decirte que no me da el sí porque tu hermano es demasiado estirado. Tu familia tiene una manera muy graciosa de dejar de lado las relaciones personales para irse directo a otras cosas. –

-Seh...puede ser.- Ese día había sido el ejemplo más claro de eso. Ahora que lo pensaba, ¿En algún momento de verdad hice algo para que Sungjong me mirara? Rememore nuestra historia desde el instituto, justo cuando me di cuenta que él era la persona más hermosa que había mirado en mi vida, hasta el día de hoy...cuando se casó. Fue en ese pequeño momento que supe que todo lo que había hecho era nada. Nunca me moví para que me mirara, siempre me comporte como su mejor amigo, ese que le trataba como hermano mayor. ¿Si hubiera querido ahora yo estaría en esa noche de bodas?

-Soy un idiota.- Mantuve la cabeza recostada en la barra de nuevo.

-¿Ahora porque?-

-Porque deje ir al amor de mi vida, se casó y ahora es más feliz con otra persona.- Woohyun me miraba por el rabillo del ojo y por contrario a lo que pensaba no me reclamaba como de costumbre, solo mantenía su pose seria.

-Si eres un idiota.- Dio un largo trago a la botella. –Tuviste muchas oportunidades, pero nunca las aprovechaste. Ni una.-

¿Eh? Espera, ¿Qué?

-¿A qué te refieres?- Levante la cabeza de la barra por fin, mirándole con atención, mandándole a decir a la habitación que dejara de moverse para concentrarme en Nam. –¿Cuáles oportunidades?-

-Jjongie te espero mucho, pero tú no le sacabas nunca de la friendzone. Siempre estaba detrás de ti, procuraba tu estado, te llevaba comida a la universidad cuando no ibas a comer a tu casa...en verdad pensé que en algún momento ibas a sacar tu cabeza de tu culo y le pedirías que fueran novios, pero de alguna manera termino ganándote Sungyeol. La verdad, todos creímos que ustedes terminarían casándose. Pero ya ves cómo son las cosas.-

Quería morirme justo en ese instante. Sungjong, Jjongie ¿Enamorado de mí? ¿Esto era la dimensión desconocida?

El tiempo que continuamos en el bar pasó sin que me diera cuenta. Permanecía en silencio, pensando seriamente en lo que me dijo Woohyun. Regresaba mentalmente en el tiempo recordando cada una de mis vivencias con Jjongie. Él siempre me pedía permiso para todo, incluso cuando comenzó a salir con Sungyeol, y yo pensando en mi carrera no me di cuenta de que lo había incluso incitado a que hiciera aquello.

Esto fue mi culpa.

-Si Sungkyu, ya lo traje a su departamento. Si, lo estoy recostando ahora mismo. Después me iré a mi departamento. ¿Eh? ¿Ir ahora? – No me di cuenta en el momento en que me trajo a casa. Woohyun se encargó con dedicación de acomodarme en la cama, por mi estado de embriaguez. Palabras sin sentido salían de mis labios, mientras sentía como me retiraba los zapatos y la ropa, intentando meterme el pijama. –Uh, espera, está resistiéndose un poco.- Me moví para todos lados, intentando zafarme de mi amigo, pero este me atrapaba de nuevo hasta que quede listo en la cama.

-Jjongie no me quiere Namu.- Balbucee por lo bajo, sintiendo que el mundo se me venía encima. –Lo perdí...Sungyeol se lo llevo para siempre.-

Lo último que recuerdo es que me acariciaron la cabeza, Namu era un gran amigo, no me descuidaba por nada, menos en este momento, donde permaneció conmigo hasta que me quede dormido.

Soñe con Sungjong, soñé con todas esas veces que me miraba como si fuera la única persona en su mundo, esas que me sonreía solo a mí y me pedía permiso para cualquier cosa o simplemente me consultaba. Pensé que tal vez si tuviera la oportunidad podría haber reaccionado diferente a como lo hice antes...tal vez ahora yo sería su esposo.

Solo requería una pequeña oportunidad.

2.-

Solo me di cuenta que era de mañana gracias al despertador. El endemoniado sonaba con fuerza capaz de taladrarme los oídos en cualquier momento. Con esto me daba cuenta que tan ebrio estuve anoche, sin darme cuenta debí de poner el despertador con diferente timbre y para que sonara a las 6:00 am en domingo. Nadie en sus cinco sentidos se despertaba a estas horas...a menos que fueras el vecino de abajo, quien parecía haberse puesto de acuerdo por el escándalo que hacia abajo.

Manotee la cómoda y busque mi celular para apagarlo, pero en lugar de eso me encontré con un aparato distinto retumbando en la mesa. Un tanto descolocado jale el aparato metiéndolo bajo las cobijas para ver que había agarrado...y era un despertador...pero era uno de verdad.

Parpadee varias veces confundido al verlo, sintiendo algo familiar. Se parecía mucho a uno que tenía hace muchos años.

-¿Lo abra dejado Woohyun?- Pregunte en voz alta aun recostado, justo antes de que unos gritos me hicieran sentarme de la impresión.

-¡Myungsoo! Mamá dice que te levantes si no no alcanzara a dejarte en la escuela.- Ese...ese era Sungkyu. Creía que era él. Cuando abrí los ojos y me obligue a pensar fue que por fin mire la habitación. Este no era mi departamento, este lugar era distinto, reconocía perfectamente los posters en la pared, los muñecos coleccionables en el librero junto con las películas que tenía en el mismo mueble pero más abajo. Mi computadora, mi uniforme del instituto colgado

¿Qué estaba pasando?