Nunca me pregunté si me tenían miedo, aunque ahora que lo veo me tienen demasiado.
De cualquiera me burlaba, me valía si los maestros me regañaban, cada vez que mi madre iba a la escuela le decían siempre problemas nuevos. Me valía. Llegando a casa sólo me decía que ellos eran los equivocados, que yo era una buena niña y que me merecía todo, todo lo creí.
Mi novio Sebastian me quería, lo demostraba, me regalaba cosas y salíamos a pasear. Lo quiero mucho.
Mi amiga Fernanda me decía las cosas que hice mal, me lo decía una y otra vez, hasta que me fastidie. La herí horrible, todavía la recuerdo, empezó a llorar por lo que decía. “Si eres mala ”, fue lo ultimo que dijo antes de salir corriendo.
Quería llorar pero como siempre el ego me ganó, mejor me enoje a estar triste, estaba molesta con ella por que me había dejado. Los siguientes días se juntaba con otras chicas pero de las estudiosas, quería que no me importara pero fue imposible, la veía han feliz sin mí.
Y después vino lo peor, no era un buen día y Sebastian me esperaba fuera del salón de clases con unas flores blancas, las tomé de mala gana sin decir nada y las eché a la basura. Me di cuenta de que lo que estaba haciendo estaba mal y regresé con el y lo abracé, pero me separó. “Ya no te quiero, sé lo que le hiciste a Fernanda y ahora veo lo que me haces a mí, te deseo lo mejor, pero yo no quiero estar en tu vida”.
Me quedé boquiabierta. Empezó a avanzar sin mí. Todo lo que sentía era raro y horrible. Me sentía ahogada hasta que empecé a llorar.
ESTÁS LEYENDO
Antes de ser nada
Short StoryDebí cambiar. No me hubiera quedado así...sola. No todo en la vida es ser popular... bonita... rica, me dí cuenta demasiado tarde.