Espera Kagome—dijo Sesshoumaru e intento tocarme pero una barrera lo impido entonces hablo Eriol mi cuarto guardián
-Lo mortal no puede tocar a lo divino—dijo
-Aquí tienen lo que resta de perla—y la puse en el suelo
-LA PERLA!!—dijo InuYasha
-Que sucede con ella—dijo Sango
-Podemos utilizarla—dijo Miroku
-Kagome podemos pedirle un deseo a la perla—dijeron todos
-Es cierto—pero dude—pero InuYasha su sueño
-Eso no importa, lo que importa es que estés con nosotros Kagome no puedes dejarnos—dijo con madurez InuYasha
-En serio—dije
-Si—dijo el
-Ok denme los trozos—dijo Kikyo concentrándose purifico la perla y la unió—OH perla que tantas desgracias has traído, hoy una humilde servidora viene a pedir un deseo
-Cual es tu deseo querida Kikyo—pregunto la escensía de la perla
-Una amiga, que yo quiero sea convertido en Diosa para salvarnos, pero su lugar no es el cielo si no en la tierra con su amado—dijo Kikyo—queremos que vuelva a ser Youkai para que puede ser feliz con su ser amado
-Si eso es lo que deseas así será—dijo la perla y una brisa envolvió a Kagome y volvió a ser la misma Youkai de ojos rojos y cabello azabache, de bellos atributos, pero las heridas seguían y si no se movían se moriría
-Gracias perla de Shikon—dijo Kikyo
-Kagome—grito Sesshoumaru y la tomo antes de que cayera desmayada
-te amo seshoo…—dijo Kagome en un suspiro
-Vamos ay que movernos—dijo InuYasha
-Ah donde iremos todo queda lejos—dijo Miroku
-Yo los ayudare—dijo Eriol—y una luz blanca los rodeo y estaban en la aldea de la anciana Kaede
-Oh! Por Kami que les paso—dijo la anciana Kaede preocupada
-Derrotamos a Naraku!!—dijo Sango
-AH!!!—grito la mujer con emoción
-Por favor ayuden a Kagome esta muriendo—dijo Sesshoumaru
-Si claro vamos pasen hay que curarles todas esas heridas—la anciana Kaede cuando vio la herida de Kagome le falto poco para desmayarse, los curaron a todos estaban descansando, ya había pasado una semana y Kagome no despertaba, Sango y Miroku estaban bien solo tenían unos cuantos hematomas y raspones, Kikyo estaba totalmente recuperada, InuYasha el por ser Hanyou sano rápido al igual que Sessho que no se separaba de Kagome una tarde al principio de la semana
-Pobre Kagome todavía no despierta—dijo Sango
-Si solo espero que despierte Sesshoumaru se ve muy preocupado—dijo Kikyo nostálgicamente
-Si se nota que Sesshoumaru la ama—dijo El monje Miroku
-Fhe!! Ella siempre se recupera hierva mala nunca muere—dijo InuYasha sentado en su forma de indio
-Vamos InuYasha vas a decir que no estas preocupado por la Srta. Kagome—dijo el monje miroku
-Si lo estoy, pero no es para mal, ella siempre despierta—dijo InuYasha confiado
-Y si no lo hace y si se queda así para siempre—dijo apunto de llorar Sango
-Eso nunca sucederá ella es fuerte—dijo InuYasha
-Yo ya vuelvo—dijo Sango y salio corriendo rumbo al lago que quedaba cerca de la aldea
-Sango espera—dijo Miroku Corriendo tras ella
-Miroku…Espera—dijo InuYasha
-No déjalos necesitan estar solos—lo interrumpió Kikyo
-Kikyo…—susurro InuYasha y la tomo de la cintura y acerco su cara pudiendo sentir el calido aliento de la Miko sobre sus labios
-InuYasha….—dijo Kikyo viendo a su amado Hanyou
-Te amo Kikyo—le dijo tiernamente InuYasha mientras la besaba con devoción y amor
-Y yo a ti InuYasha—dijo en el beso correspondiéndole con el mismo fervor
&&&&&&&&&&&&&&&&&Con Sango y Miroku&&&&&&&&&&&&&&&&&
-Sango espera por favor—dijo Miroku alcanzándola tomándola del brazo
-No por favor su excelencia déjeme estar sola—dijo sollozando Sango sin voltear su cuerpo
-No Sango no me gusta que estés mal—dijo Miroku volteándola y viéndola a los ojos, tomo su mentón y la obligo a verlo a los ojos—dime por que lloras
-Es que si Kagome se muere ya no tendré a alguien en quien confiar—dijo Sango llorando
-Claro que no Sango—dijo mientras la abrazaba—siempre no has tenido a nosotros, Naraku mato a Kohaku antes de la pelea y hay estábamos todos para apoyarte
-Si su excelencia discúlpeme tiene razón fui una tonta—dijo mirando al piso
-No Sango no eres tonta además me tienes a mi—dijo Miroku mirándola con amor
-A usted—dijo mirándola sorprendida
-Claro que si Sango yo te amo—dijo Miroku con amor y antes de que Sango pudiera responder este la tomo de la cintura y la acerco a su boca